Pedroche era la capital de las siete villas que originariamente conformaban el Valle de los Pedroches, Fash al-Ballut (Valle de las Bellotas) y en el Santuario de Piedrasantas se reunian los concejos de estas localidades para determinar el régimen de explotación de las tierras comunales y cualquier otro problema que acuciase a la comarca.
Esas siete villas que conformaron originariamente este inmenso valle fueron Pedroche, Torremilano, Torrecampo, Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Alcaracejos y Añora.
La madera y el granito conforman un conjunto arquitectónico de gran belleza y singularidad en un entorno natural precioso.
Es de una sola nave, con bóveda de cañón, lunetos y arcos fajones.
Esta rodeada de una amplia zona de recreo y se encuentra a orillas del arroyo de Santa Maria y donde se celebra del 7 al 12 de septiembre la fiesta de Los Pilostros.
Justo antes de llegar al santuario se encuentra un puente romano con gran cantidad de granito por donde discurría una calzada romana.