Nuestros largos paseos por Azuel y sus alrededores siempre nos deparan sorpresas, unas veces de mayor y otras de menor tamaño, pero estas tierras son tan ricas que algo nuevo suele enseñarnos cada vez que salimos. En esta ocasión se trata de un suelo enbarrado donde algún animal deja impregnada su presencia por algo tan natural como su pisada. Se trata de un "pequeño oso" como es el tejón (Meles meles) que como tal plantigrado pisa plantando toda la pata, lo que hace que se quede perfectamente dibujada en el barro inmaculado.
La gran marca que dejan las uñas, sobre todo en las manos, lo delatan facilmente. Esas grandes uñas son utilizadas para excavar las grandes "tejoneras" que también podemos ver, si somos observadores, en muchos lugares de nuestros encinares. También tienen cinco almohadillas digitales y una gran almohadilla principal metacarpiana el doble de ancha que las digitales. Y como la marcha más usada del tejón es el paso suele plantar las patas posteriores encima de la anterior totalmente o justo por detrás.
El ver al animal muchas veces es lo de menos, lo más bonito suele ser ver indicios, fotografiar, buscar, comparar, imaginar, compartir...y recordar esos maravillosos momentos en la naturaleza.
El ver al animal muchas veces es lo de menos, lo más bonito suele ser ver indicios, fotografiar, buscar, comparar, imaginar, compartir...y recordar esos maravillosos momentos en la naturaleza.
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