Mostrando entradas con la etiqueta Robledal de la Cerecea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Robledal de la Cerecea. Mostrar todas las entradas

viernes, 19 de septiembre de 2014

El Otoño y las Letras de la Cerecea

Uno de los lugares más bellos de toda Sierra Madrona es, sin lugar a dudas, el robledal de La Cerecea, un autentico bosque de robles melojos que cuando llega el otoño toman ese color tan característico que tienen y por el que reciben ese nombre.


Pero esta enorme extensión de robles que domina las laderas del valle del río que le da nombre, está salpicada de unas "islas" de pinos de repoblación que mantienen su color verde intenso durante todo el año.


Esas masas de pinares parecen estar hechas por la mano caprichosa de algún estilista natural que decidió dar forma de letras a esas plantaciones y si nos subimos a la ladera de enfrente podremos observar como algunas de ellas parecen, por ejemplo, la letra A.


He intentado saber el motivo tanto de las plantaciones de pinos como de sus caprichosas formas pero o bien no se sabe o simplemente nadie se ha percatado siquiera de estas curiosas formas.



Mi "compare", abajo en la foto, parece intentar "leer" el significado de estas letras en las laderas de Sierra Madrona, hasta el momento no lo ha conseguido pero poner empeño si que pone. Será cuestión de tiempo y de que algún lector avezado de este modesto blog  nos pueda ilustrar.


viernes, 10 de enero de 2014

El Otoño en las Letras del Robledal de la Cerecea

Los fantásticos robledales que tenemos por Sierra Morena Oriental y más concretamente las grandes extensiones que se ven por Sierra Madrona ofrecen un espectáculo sin igual en cualquier época del año pero cuando llega el otoño/invierno y se tornan color "melojo" es algo ya inigualable. 


Uno de los robledales más extensos es el de la "cerecea" y se desarrolla sobre el valle que le da nombre, pero si nos subimos a la ladera izquierda conforme vamos por el carril de acceso nos deparará una imagen única y muy curiosa.


Existen manchas de pinos repoblados justo enmedio del robledal, que dan la sensación de grandes letras en medio de la montaña. No se a que responde esas formas, supongo que será pura casualidad y el porque se ha repoblado con pinos esas enormes manchas de terrenos. Lo cierto es que la imagen es muy curiosa y llamativa, sobre todo cuando los robles están con el color melojo que le da el otoño.


Si queremos subir a este mirador privilegiado lo ideal es llegar justo hasta arriba donde está el cruce que va hacia la finca Valmayor y ahí tomar un cortafuego perpendicular a la ladera de la derecha. Recomiendo llegar hasta el canchal, es una fuerte subida pero las vistas merecen la pena.




martes, 19 de abril de 2011

Ruta por el Robledal de Cereceda, Sierra Madrona, Fuencaliente

Esta ruta parte desde el campo de fútbol de Fuencaliente, que se encuentra siguiendo las indicaciones de las pinturas rupestres de Peña Escrita que aparecen en la Carretera Nacional una vez pasado el pueblo dirección Puertollano.
La podemos realizar en coche (la pista está en buen estado) o a "patitas" según tengamos más o menos ganas de andar.




Debemos de coger la pista que va hacia la izquierda y sigue hacia las pinturas rupestres de la Batanera. Estas las dejamos un poco más adelante a nuestra izquierda, nosotros continuamos ascendiendo por la pista hasta que pasado un buen trecho y unas mejores vistas llegamos hasta la entrada a la finca "Valmayor". En dicho collado podemos hacer parada y disfrutar del entorno maravilloso que se nos presenta ante nosotros. Un inmenso bosque de robles melojos, salpicado por algunos pinos.




La ruta la realizamos esta primavera de 2011 y el espectaculo es sobrecogedor, infinidad de robles alineados con un verdor esplendoroso. Además podemos observar infinidad de peonías, una flor muy parecida a las rosas, que se dan en determinadas latitudes con un clima muy específico y una humedad concreta. En este robledal se pueden ver grandes rodales de peonías formados por más de 50 de estas preciosas flores.
Si tenemos fuerzas podemos subir hacia la izquierda por un pequeño pinar hacia la izquierda, luego atravesamos un pedregal y si miramos hacia la ladera contraria nos encontraremos con una imagen sobrecogedora de robles y pinos que parecen formar letras en la montaña.


Si contiuamos el carril hacia la izquierda y abajo se nos aparece un pequeño arroyo y justo al lado de una cadena que impide el paso de los coches podemos ver una antigua mina romana de hierro.

El lugar está presidido por una zona de turberas que se forma en medio de los robles y atravesada por el arroyo.
El lugar es ideal para la observación de aves, pudimos ver una pareja de águilas reales, pitos picapinos, pinzones, reyezuelos, carboneros, herrerillos.




Apurando un poco nuestras fuerzas seguimos por el carril, atravesamos una cancela cerrada (que hay que dejar exactamente igual de cerrada cuando pasemos) y pudimos observar como dicha vereda conduce hacia el camino que va de Ventillas hasta Solana del Pino, las vistas son fantásticas.


El camino era tentador pero las fuerzas no tanto y decidimos darnos la vuelta y dejar el sendero para otro día con las energías renovadas.
Recomendamos darse una vueltecita por estos lugares también en otoño ya que es cuando el roble melojo toma el color que le da su nombre.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...