miércoles, 1 de mayo de 2019

El Trasiego de la Abubilla

Primavera rebosante donde las abubillas tienen un incesante trasiego del suelo a las encinas y de ahí de nuevo al suelo a buscar insectos y gusanos con su largo y curvado pico. Y todo ello para alimentar a su pequeña prole que tendrán a buen recaudo en un pequeño agujero de una vieja encina.



Tan solo hay que ser prudente en la distancia y observar durante un buen rato para ver quienes son los receptores de esos "bichos" que transportan repetidamente la pareja de abubillas.


Primero se buscan un buen posadero desde donde poder atisbar si algún peligro le acecha, y es que las urracas y rabilargos están siempre observando donde poder expoliar algún nido de cualquier otra ave. 


Una vez que comprueba que no hay peligro se lanza sobre la boca del agujero y rapidamente deja la comida en el "gaznate" de alguno de los pequeños pollos y con la misma rapidez vuelve a alejarse de la entrada del nido.
Todo un pequeño espectáculo que se repetirá millones de veces en distintas especies, distintos nidos de los miles y miles de encinas, alcornoques, robles, quejigos y un largo etcetera de especies que tenemos la suerte de albergar por estos lares de Sierra Morena.


martes, 30 de abril de 2019

Las Cabras Montesas del Montoro

Es un autentico placer comprobar como las cabras montesas de las que se habla en "La España agreste. La caza" que poblaban Sierra Quintana, todavía siguen presentes e incluso aumentando población, o al menos nos lo parece. Y es que hace muy poco pudimos "afotarlas" junto al río Montoro muy cerca de donde se convierte ya en el Jandula.



En este caso fueron dos hembras con sus respectivos retoños que no deben de tener más de dos meses, o al menos eso nos pareció, y que ya se desenvuelven perfectamente subiendo y bajando temerariamente por los cortados. Eso si, sin separarse del lomo de su madre. Un placer para nuestros sentidos el observarlas desenvolviéndose con tanta agilidad y tranquilidad ante nuestra babosa mirada.



sábado, 16 de febrero de 2019

La luminosa Seta del Olivo

 Tras su bonito y singular aspecto la Seta del Olivo, Omphalotus olearius, se esconde un peligro real por su gran toxicidad y alguna que otra característica singular como la de emitir luz en la oscuridad por las aristas de las laminas. Y esto es al parecer para atraer a insectos nocturnos y que puedan dispersar sus esporas.


Es muy habitual por nuestras sierras ya que suelen crecer no solo al pie del árbol que le da nombre sino que también en jarales, junto a quejigos, alcornoques y encinas. 





martes, 5 de febrero de 2019

Gorrión Molinero

El gorrión molinero, Passer montanus, no es un ave que solamos ver muy habitualmente por nuestra zona de campeo de Sierra Madrona-Valle de Alcudia- Valle de los Pedroches y mucho menos que se nos ponga tan a "tiro" como en esta ocasión, donde pudimos ver su mancha negra en la mejilla. Esa es la diferencia más clara con el gorrión común. El pico también es menos robusto que el común y es más "movedizo" permaneciendo poco tiempo en el suelo. Diferenciar al macho de la hembra es una cuestión sumamente dificil ya que los plumajes son extremadamente parecidos en ambos sexos.


Estas fotos son en la "raña" que existe entre Andalucía y Castilla la Mancha, entre Azuel y Fuencaliente, en una rama de encina medio seca y solo vimos este solitario ejemplar, que parece un joven ya que la mejilla está todavía de un color blanco sucio habitual antes de ponerse blanco cuando llegan a adulto.


Al parecer los jóvenes se suelen agrupar en bandos. Y suelen ser mucho más tímidos que los comunes y buscan zonas de campeo alejadas de los pueblos.



viernes, 4 de enero de 2019

El Mimetismo de los Perdigones

Uno de los pequeños/grandes placeres que da el "carrilear" es el poder sorprender a una perdiz desde la ventanilla de nuestro coche e intentar descubrir sus perdigones dispersos por la maleza donde rebuscan pequeños invertebrados y semillas que constituyen su principal dieta. Y realmente no es fácil el verlos porque ante el menor aviso de su madre no dudan en "achantarse" en el suelo y no se mueven de ahí, con lo que verlos no tarea sencilla.


Si somos pacientes y apagamos el motor del coche veremos como este hecho hace que la madre los reclame y se peguen a ella buscando su protección. Con lo cual podremos verlos mejor e incluso hacerle alguna foto pudiendo comprobar como se van haciendo mayores.



Conforme pasan los minutos van cogiendo confianza y vuelve a separarse de la madre y a dispersarse por la maleza, con lo que vuelven a desaparecer, casi, de nuestra vista mientra siguen dedicándose a la pitanza. Suerte la nuestra, la que tuvimos esta primavera pasada, de poder observar estas bellas escenas y compartirlas como un bonito trofeo de "caza" fotográfica.




jueves, 3 de enero de 2019

Del Collado de las Lagunillas a Puerto Checa. Carretera de Solana del Pino a Ventillas.

El "carretín" que lleva desde la Aldea de Ventillas hasta Solana del Pino es un vergel de rutas, paisajes y lugares por descubrir, y que lamentablemente tienen poca o ninguna señalización. Hace poco nos "metimos" por un carril que se encuentra en la subida al Collado de las Lagunillas, a nuestra izquierda dirección Solana del Pino y nos dispusimos a andurrear por el mismo. La sorpresa no pudo ser más agradable que llegar a un mirador precioso sobre el Valle de Alcudia y un recorrido espectacular que bien merecería una buena señalización y explicaciones de lo que vemos.



La ruta la realizamos la primavera pasada con una fenomenal explosión de coloridos, estando la sierra rebosante de flores.




El camino es todo público y lo único es que está cerrado al transito de vehículos, afortunadamente, y podemos hacerlo con total tranquilidad salvo en época de cacerías, donde hay que extremar las precauciones. En un primer momento iremos faldeando la Sierra de la Solana, que se ve interrumpida por la Hoz de Valdoro, otro lugar espectacular que se encuentra en las cercanías de este carril.



Las vistas comenzarán a mostrarnos todo el valle por el que circula  la carretera hacia Solana del Pino y las sierras que rodean estos parajes, por un lado la Sierra de Valdoro y por el otro Sierra Madrona, Quintana, Navalmanzano, etc.




A nuestra izquierda y abajo veremos un conjunto de cortijos que se corresponden con "La Nava", donde todavía tienen la suerte de vivir unas cuantas familias que aguantan el aislamiento y soledad de estas sierras.


Aproximadamente a los 45 minutos llegaremos a un cruce en el que hay unas colmenas, nosotros tomaremos el carril que sale a nuestra derecha y que de forma inclinada continúa subiendo por la ladera. Debemos de tener cierta precaución porque pasaremos a poca distancia de dichas colmenas y debemos de respetar el curioso cartel que pone "abejas trabajando".



Estas "soledades de Sierra Morena" son refugio de los últimos lobos que compartimos entre Castilla la Mancha y Andalucía y si somos observadores podremos descubrir algunas deposiciones que tienen pinta lobuna, nunca se sabe.



Canchales, encinas, robles, lentiscos, pinos, madroños, y un sin fin de matorrales nos ofrecen un espectáculo natural durante el camino hacia Puerto Checa, siempre en constante subida, aumentando la inclinación conforme vamos aproximándonos a nuestro objetivo.




Después de una fuerte subida y unas dos horas y media de caminata llegaremos a una cadena que cierra el paso a los vehículos, desde ahí ya tenemos muy buenas vistas de uno y otro lado de la sierra. Pero os recomiendo que tomemos el carril que sale a la izquierda y subamos otro poco más en dirección al Morron de las Cunas y de las Cagás, donde tendremos dos atalayas impresionantes desde el que divisaremos varios pueblos del Valle de Alcudia como Mestanza, Cabezarubias del Puerto, Hinojosa de Calatrava.




Otro espectáculo es el de las rapaces que podemos observar durante la ruta,  imperiales, reales, buitres leonados y negros, ratoneros, calzadas, culebreras y un largo etcétera de aves que podremos ir observando y escuchando a lo largo del camino.




La zona de Molino Flor de Ribera también podemos observarla como está entre la cola de los pantanos del Montoro y la Hoz.


Hacia el lado contrario está el río Montoro encajonándose antes de entrar en la Hoz de Valdoro.


Cortijadas abandonadas con paredes de piedras y adobe que aguantan a duras penas el paso del tiempo.


La inmensidad de sierras que se extienden a uno y otro lado.


Abajo  los embalses del Montoro I y II, el Tablillas, parecen nubes entre las lomas que constituyen el final de una parte del Valle de Alcudia.



Más a nuestra izquierda veremos una gran parte del Valle y la Sierra Norte  de dicho valle. Un espectáculo visual, en medio de un silencio acogedor que no hará pasar una jornada plena de senderismo. El camino tiene otras variantes hacia la Fuente Agria  que iremos investigando y que seguro nos depararán más "días de gloria" por estos caminos donde las sorpresas no tienen fin. El total de esta ruta subiendo y bajando por el mismo sitio pueden ser unas 5 horas, más el tiempo que estemos arriba, donde merece la pena recrearse un poco.




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