miércoles, 26 de diciembre de 2018

Del Puente del Jándula al Puente del Montoro

Una ruta preciosa y que debería de ser acondicionada para el senderismo es la que recorre dos lugares emblemáticos del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, el la que conecta el puente sobre el Río Jándula antes de llegar a El Hoyo en la carretera CR-5002 y el puente sobre el río Montoro en la CR-5011. Son unos 7 kilómetros aproximadamente de una belleza sin igual y en unos parajes solitarios donde conviven lobo, lince, aguila imperial y real, cigüeña negra y una naturaleza aún por explorar.



Si salimos del puente del Jándula deberemos de afrontarlo por su orilla derecha y es este primer tramo el que más dificultad puede acarrear porque no existe camino y debemos de ir por veredas siempre paralelos al río.


Pronto nos encontraremos con un carril que ya no abandonaremos hasta casi finalizar la ruta donde volveremos a tener que recurrir a las sendas de los animales.


Un antiguo puente ya destruido y que todavía conserva alguno de sus "ojos" puede ser una primera atalaya desde donde contemplar el lecho del río y la inmensidad de paraje natural que nos rodea.


Al fondo y nuestra izquierda sobre las faldas de la montaña veremos a Solanilla del Tamaral, pequeña población que se encuentra a mitad de nuestra ruta.


A nuestra izquierda veremos una cancela que da a un camino público que con una pequeña subida podemos contemplar una de las minas de Pontones, una de las muchas que había en estos entornos y que ya se encuentran abandonadas.


Estamos a punto de entrar en lo más espectacular de la ruta y es la Hoz de Río Frío, un estrecho paraje por el que se introduce el río Jándula, que poco más adelante (según nuestra marcha) será el Montoro y que además recoge las aguas del Fresnedas y el Robledillo.



El camino se estrecha y pasa por alguna construcción original que daba paso a una zona minera. Lugar donde es fácil el poder contemplar el vuelo de las rapaces y a las escurridizas nutrias. Aunque en cualquier momento es fácil el sorprendernos por otra de las numerosas especies que habitan estos parajes.



Los "tablazos" que encontraremos son verdaderamente espectaculares.



Entradas a minas, castilletes (ojo¡¡¡ esta prohibido y es muy peligroso adentrarse en ellas) y fuentes ferruginosas nos aparecen a uno y otro lado del río.







A patir de aquí la maleza ha ido ganando terreno y hace casi desaparecer el sendero, que podría ser acondicionado con un poco de empeño por parte de la administración, ya que aquí volvemos a tener que "pelearnos" un rato con los ramajes hasta volver a encontrar el sendero poco antes de finalizar la ruta.



Ya se intuye el final, a la derecha veremos como el río Fresnedas se incorpora al Jándula y un poco más adelante nos aparece el puente sobre el río Montoro, que en este punto deja de llamarse Jándula.





Aquí deberemos de tener un coche de apoyo que nos vuelva al punto de partida o bien hacer el camino al contrario. A esta fenomenal ruta se le puede incluso añadir el visitar la Hoz del Jándula que se encuentra a tan solo un kilómetro del puente del comienzo y que es sin lugar a dudas uno de los parajes más preciosos de todo este entorno.


lunes, 24 de diciembre de 2018

Meloncillos, la Gran Serpiente Peluda

Es el único carnívoro de hábitos totalmente diurno y es que comienza su actividad unas dos horas después de salir el sol y se retira a sus aposentos un poco antes de anochecer, con ello evita competencias y encontronazos con otros carnívoros más poderosos que el. A pesar de ser de eminentemente diurno no es fácil el observarlos, aunque normalmente se mueve  en grupos de 5 o 6 individuos. Puede llegar a medir más de un metro y es que solo su cola puede ser de más de 50 centímetros.


Recientemente tuvimos la suerte de encontrarnos con un grupo excepcionalmente numeroso de 8 individuos y poder observarlos a lo lejos como se mueven olfateando todo el terreno. Estos grupos  comparten madrigueras de tejones o de conejos. También pueden verse andando en fila india y en ese caso se llega a confundir con una "gran serpiente" con pelos dando lugar a muchas leyendas rurales.


Están especializados en matar serpientes y es que su duro pelaje les protege de sus mordeduras. Aunque su dieta es muy variada y come todo lo que se pone a su alcance: aves, reptiles, conejos, frutos. En nuestra zona es predado por el lince aunque no se lo come, también por las grandes águilas reales e imperiales.


domingo, 10 de junio de 2018

Curruca Carrasqueña

Desde aproximadamente marzo hasta septiembre se puede observar la diminuta, inquieta y escurridiza curruca carrasqueña, Sylvia cantillans, por la zona oriental de Sierra Morena. Nosotros no la hemos visto muchas veces, pero en esta ocasión y en un paseo por la inmensa finca de La Garganta conseguimos "afotarla" degustando un gusano en una frondosa encina. Y es que se posa muy pocas veces en zonas descubiertas y con un buen posado.


Es estival y migrante de nuestra zona y gusta de zonas con arbolado, jarales, enebrales, pinares y zonas de ribera. Al parecer tienen cierta predilección por las madroñas y por esta Sierra Morena castellano manchega de Sierra Madrona hay bastantes.


Se puede confurndir con la rabilarga pero su cola es bastante más corta que esta. Y el macho, este es uno, es mucho más colorido que la hembra y los jóvenes. Como todas las currucas come insectos, frutos silvestres, arañas, larvas y semillas de plantas herbáceas.


miércoles, 2 de mayo de 2018

La Chorerra de Ventillas

La Chorrera de Ventillas es uno de los lugares más escondidos de Sierra Madrona y tan solo habíamos oído hablar en algunas citas a través de la web, no sabíamos como acceder a ella y además a ello se le une el hecho de que tan soo se ve con abundante agua cuando ha habido lluvias  recientes y abundantes. La ocasión en estas fechas la pintaban calva y por ello nos decidimos a intentar la busqueda de dicha chorrera.



El camino rural que une el puerto de Valderepisa con Solana del Pino es el que tenemos que tomar, y una vez que pasemos el cruce que lleva a la aldea de Ventillas deberemos de tomar el primer carril a la derecha, llamado Camino del Atrancadero. A la entrada de ese carril dejaremos el coche y nos ponemos a andurrear.
Ya al poco del camino veremos al fondo una pequeña hendidura sobre la sierra en la que blanquea algo que puede (y efectivamente así es) ser la ansiada chorrera.


A poco de comenzar a andar veremos una primera entrada a los montes propios de Fuencaliente que debemos de ignorar.


Un poco más adeante nos aparece otra entrada que nos indica que estamos en el Monte de Uso Público nº 9 "Umbría de Ventillas". Hay una entrada peatonal junto a la cancela y la cruzamos para tomar el carril que parte hacia arriba.



Llega un momento que el camino gira a la izquierda y luego una curva de unos 180º hacia la derecha, a la mitad de la curva debemos adentrarnos en el pinar en un carril que sale perpendicular y con una fuerte inclinación.


Y cuando decimos fuerte inclinación es verdad verdadera, un estrecho cortafuegos/carril que sube de forma constante hasta que desaparece el pinar.


Deberemos de tomarnos la subida con paciencia y aprovechar las bonitas vistas  que tendremos de la Sierra Sur de Alcuida con el Puerto de Ventillas frente a nosotros.


Un poco antes de llegar al final de ese carril veremos a nuestra izquierda la chorrera allí abajo, y es que la atacaremos por encima de su base.


Cuando finaliza el "desmontado" deberemos de tomar las veredas que podamos intuir a nuestra izquierda y entre jaras, madroños, pedregales y demás impedimentos iremos avanzando con paciencia y tranquilidad.


El cortado que se ve frente a nosostros será la referencia visual que tengamos de donde se encuentra la chorrera.


Y a unos 500 metros de donde abandonamos el camino llegaremos a la zona en cuestión, pero estaremos en la zona alta de la cascada, deberemos de ir bajando hacia nuestra izquierda para llegar a su base y verla en todo su esplendor.




La verdad es que no nos defraudó la imagen de esta bonita chorrera que estaba con gran cantidad de agua, aunque ya hacía unos días que no llovía copiosamente. También es verdad que creemos que es peligroso ir cuando llueve mucho porque el acceso a ella es un poco complicado.


El camino de vuelta lo haremos bien por donde hemos llegado o por algún otro camino/semivereda que intuyamos entre la espesura del matorral, no se si siguiendo el curso del arroyo podríamos llegar al carril de donde veníamos allí abajo. En definitiva será aproximadamente una hora y algo de camino para llegar hasta la base de la chorrera y otro tanto para la vuelta. 


Es una pena que no exista un camino bien señalizado y despejado para acceder a este bello lugar, tan solo con unos 500 metros de desbroce en el último tramo del sendero tendríamos una de las rutas más bonitas de nuestro recién creado Parque Natural Valle de Alcudia-Sierra Madrona.


lunes, 9 de abril de 2018

Papamoscas Cerrojillo. Ocasional Reproductor de Sierra Madrona

Curiosa esta pequeña ave que no es fácil de ver por Sierra Morena y que más bien se observan aves de paso, aunque en alguna ocasión en los robledales de Sierra Madrona se han visto aves reproductoras. Nosotros hemos tenido escasas ocasiones de "fusilarlo" con nuestra cámara y siempre en fechas coincidentes con su paso migratorio, abril- mayo y agosto-septiembre.


Su nombre de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) le viene dado por su alimento favorito, las moscas y lo hace sin dejar de moverse entre las ramas. Anida en agujeros y compite por ellos con colirrojos, trepadores, estorninos... Cuando es sorprendido en algún posadero se puede escuchar su melodioso canto.


Aunque al parecer anida ocasionalmente en Sierra Madrona, nosotros cuando lo hemos visto ha sido en las cercanías de ríos como el Montoro o el Yeguas, zonas muy bajas comparadas con la altura que tienen los robledales donde han constatado su presencia como reproductor.




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