Por toda Sierra Morena es habitual el observar uno de sus árboles más bonitos y llamativos el madroño (Arbustus unedo), existen madroñales de un porte más que grande y es en el otoño cuando podemos observarlos en su máximo esplendor. Pero hay un detalle que nos llamará la atención y es que se pueden ver en esta época tanto la flor como el fruto a la vez.
Esto es debido a que el fruto tarda hasta un año en madurar hasta que alcanza ese color rojizo tan apetitoso que muestra. Por ello es frecuente el observar como los ramilletes de flores blancas/rosadas y acampanadas conviven con frutos amarillos, anaranjados e incluso rojos intensos.
Toda una explosión de colores que son una muestra más de la diversidad natural que rodean esta maravillosa Sierra Morena Oriental.
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