El robledal de las Hoyas es un lugar de los más bonitos y encantadores de toda Sierra Madrona, se trata de un bosque de robles rodeado de montañas en un excelente estado de conservación y que supone una de las mejores rutas de senderismo de toda Sierra Morena.
El inicio lo podemos realizar bien desde Fuencaliente o desde la carretera que va hacia Puertollano, una vez pasado el área recreativa de San Isidro sale un carril que nos acercará hasta el cruce que va hacia la vereda de Puerto Viejo (punto kilométrico 105), ahí podremos dejar el vehículo y comenzar nuestro paseo (o bien directamente desde la misma carretera). La otra opción es desde el pueblo tomar la calle San Bernardo y tomar el Camino Real (recomiendo esta opción) bien en coche o andando y continuar hasta el kilómetro 5,4 (dejamos el coche) donde deberemos tomar el camino que sale a nuestra izquierda y que ya nos conducirá en constante subida hasta el Robledal de las Hoyas.
El comienzo es con fuerte y constante pendiente pendiente, las vistas y la variedad arbustiva nos harán más que agradable el paseo. Podemos observar alcornoque, quejigo, roble, encina, y muchos madroños.
Subiremos siempre por el carril principal hasta que llegaremos a una cancela que da acceso a los montes públicos de Fuencaliente, debemos de dejarla cerrada cuando pasemos.
El camino al poco ya se va suavizando, incluso baja en algunos momentos y comenzaremos a ver un bosque maravilloso de robles melojos, que si vamos en otoño será todavía más espectacular si cabe.
Algunas marcas de pequeño recorrido, blancas y amarillas, nos señalan el camino del que es imposible perderse ya que es un carril bien ancho.
LLegamos a divisar la "hoya" donde se situa este bosque de robles melojos.
Este es un lugar muy sensible y que hay que poner empeño en conservar no solo por la presencia de los robles sino también por la excepcional avifauna que presenta la zona, con presencia de águila imperial y real, buitre negro y leonado, cigueña negra, etc. Además de especies cinegéticas como ciervo, cabra montés, jabalí.
La duración de la excursión variará dependiendo de nuestro estado de forma, pero a paso tranquilo podemos tardar una hora y media en llegar y algo menos para volver. Lo ideal es llevar unos bocatas y algo de líquido para pasar el día por la zona y disfrutar de la tranquilidad y el sosiego que nos produce un bosque y un paisaje tan idílico.
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