Tanto en la Sierra de Cardeña como en Sierra Madrona encontramos zonas en las que la lamentable política de sustitución del bosque mediterraneo por otras especies no autóctonas ha dado lugar a inmensos pinares en los que la procesionaria encuentra un lugar ideal para reproducirse. Son esas bolsas blancas que vemos sobre los pinos.
En realidad la procesionaria es una mariposa que pone sus huevos en las ramas apicales para que al nacer las orugas se alimenten de los brotes nuevos de las agujas de pino. Cuando nacen y crecen bajan todas en fila del arbol (de ahí el nombre de procesionaria) y se entierran en el suelo.
Además de la plaga que suponen para los pinos hay que tener cuidado de no tocarlas porque tienen unos pelos que son urticantes que pueden generar reacciones alérgicas.
Hay algunas aves, como los cucos, que se alimentan de ellas sin que les produzca ningún daño. Aunque el mejor tratamiento en Sierra Morena Oriental es el de la sustitución progresiva de los pinares por nuestros lentiscos, encinas, quejigos, robles, etc que conforman el riquísimo bosque mediterraneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario