El felino más amenazado del mundo encuentra en las tierras de Cardeña una de las ultimas moradas que le queda en la Península Ibérica (único lugar donde existe en libertad). En el vecino Parque Natural de Andujar también existe un importante reducto de esta enigmática especie.
Este "gato" tiene tres requerimientos para seguir existiendo: uno el matorral y monte mediterráneo, con presencia de encinas, quejigos y alcornoques, y arbustos como la jara y el lentisto, otro la presencia abundante de conejos y un tercero que es la presencia de ríos a través de los cuales suele moverse. Por tanto en estas tierras somos unos auténticos afortunados al poder pasear por los dominios del lince.
El río Yeguas vertebra el territorio de este animal y resulta indispensable su adecuada conservación para que podamos seguir manteniendo una importante población de esta reliquia animal.
Sus huellas nos pueden aparecer en cualquier terreno donde pueda quedar marcada (arena, barro, etc)
Suelen marcar sus territorios mediante orina y excrementos y son propensos a fabricar letrinas, es decir que depositan sus "caquitas" en sitios determinados y de forma abundante.
Los técnicos que supervisan los avatares de esta especie, y que trabajan día y noche por intentar mantener la especie, recurren al sistema de fototrampeo para conseguir un mejor seguimento. La técnica consiste en colocar una camara fotográfica sensible a los movimientos y frente a ella una jaula con algún animal (conejo, paloma). El lince se acerca y salta la fotografía que servirá para un mejor control. Ni que decir tiene que caso de toparnos con alguna no debemos de acercarnos.
Su alimento preferido es el conejo, del que depende casi exclusivamente, y además "el señorito" lo despelleja con una habilidad asombrosa.
Para facilitar la reproducción de conejos, los restos de podas de encinas se acumulan en montones (majanos) que sirven de cobijo a estos.
Las rocas son lugares donde el felino se suele apostar para tomar el sol y esperar a que un descuidado lagomorfo se ponga a tiro de un buen salto "y a la buchaca".
Debemos de extremar la precaución cuando circulemos por estas carreteras ya que es habitual el que crucen por ellas en busca de otros territorios.
El verlos es muy difícil pero en alguna ocasión la fortuna nos sonríe y aquí os dejo una imagen de un "lindo gatito", tomada a gran distancia mediante la técnica del digiscoping. No debemos de olvidar que como especie protegida que es no hay que salirse de los caminos, y muchísimo menos molestarlos si tenemos la suerte de encontrárnoslo.
El respeto por la especie consiste en ni mas ni menos que pasear por los distintos senderos señalizados y no obsesionarse con verlo, simplemente el andar por lugares que son su territorio es una fortuna que tenemos que saber apreciar. El verlo? cuestión de suerte y paciencia, muuuuuuucha paciencia.
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