Típica del monte mediterráneo la jara pringosa (Cistus ladanifer) está presente en todo el parque natural de Cardeña y en Sierra Madrona-Valle de Alcudia. Y puede medir hasta dos metros y medio.
Sus hojas son alargadas y estrechas y están impregnadas de una sustancia pegajosa, el ládano, que es una resina fuertemente olorosa. Esta sustancia da un aspecto brillante y se adhiere facilmente a manos y ropas.
Suelen formar masas compactas que cubren totalmente el territorio en que habitan formando un matorral espeso.
La flores son regulares, hermafroditas y con cinco grandes pétalos a menudo arrugados que caen facilmente de la flor. Sus numerosos estambres producen gran cantidad de polen, que atraen a muchos insectos, como las abejas que producen miel de la jara.
Los jarales, grandes extensiones de jaras, son lugar de refugio para las especies cinegéticas de estos montes y lugares inexpugnables de casi imposible acceso.
Su madera se utiliza en la fabricación herramientas o piezas que vayan a sufrir un gran rozamiento por la dureza que tienen. Además de valer como excelente leña.
Crece en terrenos ácidos (graníticos y pizarrosos) pero nunca en calizos.
Las jaras son especies pioneras en la recuperación de suelos degradados, especialmente tras los incendios forestales. Es más su expansión se ve favorecida por los fuegos, son especies pirófilas, es decir sus semillas se abre y germinan antes ayudadas por el fuego.
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