Un autentico placer es pasear por sus tranquilas calles y observar sus típicas construcciones y enrevesadas calles.
Ya desde la carretera que une Córdoba con Puertollano se nos aparece como una bella postal superpuesta sobre la ladera de una montaña.
Recomendamos una primera parada en el Cerro del Tomillo, un promontorio sobre el que se asienta un mirador con unas vistas excepcionales sobre toda Sierra Madrona, Sierra Quintana, La Garganta y la raña, inundada de encinas, que separa Andalucía de Castilla la Mancha. En el mismo existe un pequeño merendero donde poder descansar un rato y dejarse abandonar por nuestros sentidos: oliendo las distintas plantas aromáticas entre ellas la que da nombre al mirador a , viendo las numerosas aves que nos sobrevuelan, oyendo el silencio que rodea a estos parajes, saboreando parajes únicos y como no degustando unos momentos de paz y sosiego.
En sus orígenes las construcciones eran con materiales de la zona: granito, piedra carbonífera y adobe. Con el devenir de los tiempos estos materiales han quedado ocultados por la cal, azulejos y otros materiales más modernos. Entendemos que una vuelta a los orígenes daría a nuestro pueblo una imagen única en Andalucía, aunque nos tememos que, con la desafortunada política del Ayuntamiento de obligar a encalar sobre la piedra carbonífera y el granito, no será facil. Podéis comparar y opinar, para gustos están los colores.
Bellos rincones donde poder pasear, aplacar la sed de juego de nuestros hijos o simplemente sentarnos a contemplar como se detiene el tiempo...
... aunque realmente este nunca se detiene y prueba de ello la podemos constatar en su original reloj de sol
Podemos elegir entre esperar el autobús bajo una insulsa parada moderna u otra mucho más acorde con la arquitectura y la historia del pueblo
Las posibilidades que nos ofrece Azuel no solo están en sus alrededores, el pueblo en si mismo es una oportunidad de disfrutar de un agradable paseo... ¡te esperamos!
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