martes, 31 de diciembre de 2013

Culebra de Herradura

Una mancha oscura en su cabeza y con forma de herradura es la que da nombre a esta serpiente de mediano tamaño y que es habitual el poder contemplarla por nuestras "tierras de linces". Se alimenta de pequeñas aves, anfibios y otros reptiles.


Los suelos arenosos que conforman gran parte de las dehesas de Cardeña, esta tan característica "tierra saliega" más la abundancia de pastos, rocas, arbustos son un habitat fundamental para el que esta especie se siga conservando.
Desgraciadamente la perdida de su hábitat y sobre todo la circulación de vehículos por todo tipo de carriles y senderos está haciendo mella en su población. Concretamente esta nos la encontramos cruzando un carril con el consiguiente peligro hacia su integridad física. Como no podemos hacer entrar en nuestros razonamientos a esta bella serpiente habrá que concienciar a los "bichos" de dos patas para que seamos más prudentes a la hora de utilizar estos carriles. 


No estaría de más que la Administración se implicara un poco más en la señalización de zonas sensibles, prohibiciones de tráfico rodado y adecuar pasos subterraneos para evitar tanto atropello.


domingo, 29 de diciembre de 2013

Fash-Al-Ballut: El llano de las bellotas


Estas nuestras Tierras de Linces no solo ahora son terrenos fronterizos (actualmente entre Andalucía y Castilla la Mancha), también durante la dominación musulmana en la que Córdoba era la capital de Al-Andalus y se creo esta Kura (Cora, provincia). A la misma no se le pudo denominar de una forma mejor que Fash-Al-Ballut: "el Llano de las Bellotas".


Este nombre de Llano de las Bellotas abarcaba a toda la Comarca de los Pedroches y su creación fue para proteger a Córdoba de las incursiones procedentes del norte de la península, Cardeña se encontraba en el extremo oriental y la frontera era el valle del río Yeguas y al norte el río Guadalmez. Las cuatro especies principales de quercineas que dan bellotas las tenemos repartidas por toda esta zona de Sierra Morena Oriental, tanto los robles, los quejigos, alcornoques y sobre todo encinas aparecen por doquier y de ahí que los musulmanes no tuviesen un nombre mejor para definir estas tierras fronterizas.


Arjona Castro, A. en  "La Cora de Fash al Ballut" la define de esta forma:
"La Cora de Fahs al Ballut está contigua al término de Oreto (cerca de Granátula, Ciudad Real), al sudoeste de esta última localidad y al norte de Córdoba. Ella está habitada por los bereberes. Su pare llana está limitada por montañas (éstas son Chabal al Baranis). En este distrito (cora) hay una mina de galena que  se exporta a todos los paises. También se extrae el vermellón, del que no hay otro igual. En la mayor parte de él no hay otros árboles sino encinas -y de ahí el nombre de Llano de las Bellotas- que producen las bellotas más dulces de España".


viernes, 27 de diciembre de 2013

La Melena de León, Hericium erinaceus

Melena de león, cabeza de mono, barba de chivo, el Hericium erinaceus es un hongo de afamadas propiedades medicinales y que podemos observarlo en los robledales de Sierra Madrona. Todos estos nombres con los es conocido responden a la forma que presenta, sobre todo cuando se está desarrollando, por sus peculiar forma de hebras alargadas, finas y en grandes cantidades.


Lo podemos observar pegados al tronco del roble, normalmente bastante grande y llamativo con un color blanquecino que se hace más marrón conforme pasa el tiempo. Estos dos ejemplares que os muestro aquí lo encontramos en el robledal de las ollas en pleno otoño comienzo del invierno.


Es conocido por su contenido proteico y sobre todo por la cantidad de minerales que contiene y escasean en nuestra dieta habitual como el selenio, germanio, zinc, etc.


La medicina tradicional china lo ha utilizado para combatir problemas estomacales debido a la capacidad de regenerar la mucosa intestinal que tiene. Nosotros preferimos dejarlo que siga adornando nuestros robledales y nos basta con conocer sus interesantes propiedades. 


domingo, 22 de diciembre de 2013

El Madroño: frutos y flores a la vez

Por toda Sierra Morena es habitual el observar uno de sus árboles más bonitos y llamativos el madroño (Arbustus unedo), existen madroñales de un porte más que grande y es en el otoño cuando podemos observarlos en su máximo esplendor. Pero hay un detalle que nos llamará la atención y es que se pueden ver en esta época tanto la flor como el fruto a la vez.


Esto es debido a que el fruto tarda hasta un año en madurar hasta que alcanza ese color rojizo tan apetitoso que muestra. Por ello es frecuente el observar como los ramilletes de flores blancas/rosadas y acampanadas conviven con frutos amarillos, anaranjados e incluso rojos intensos.


Toda una explosión de colores que son una muestra más de la diversidad natural que rodean esta maravillosa Sierra Morena Oriental.


martes, 17 de diciembre de 2013

Puerto Viejo

Si queremos tener una perspectiva lo más real posible de todo el entorno de Sierra Morena Oriental y el Valle de los Pedroches, Puerto Viejo es uno de los puntos necesarios a los que debemos de subir para comprender como distintas unidades territoriales pueden darse la mano y conformar un espacio natural inigualable. 


Para acceder a esta ruta debemos de tomar la carretera que une Fuencaliente con Puertollano y al poco de pasado el área recreativa de San Isidro a nuestra izquierda, en el kilómetro 105, nos sale una pista. Ahí podemos dejar el coche o bien si la pista está en buenas condiciones seguir subiendo unos 600 metros más para dejar el coche cuando a nuestra derecha nos sale otra pista perpendicular a las sierras.


Botas, mochila, agua y algo de comida para subir en poco más de una hora hasta nuestro destino final, comenzando por un sendero que tira bien hacia arriba y que será en constante subida hasta el collado.
El camino esta rodeado de robles, madroños, quejigos, alcornoques que irán apareciendo o desapareciendo en función de la altura que vallamos tomando.
A unos dos kilómetros de iniciada la marcha debemos de tomar un desvio a la izquierda, es justo cuando nos encontramos un frondoso quejigo (el de R. Navajas) en medio de ambos caminos.


Tras una fuerte pendiente, que se suaviza al final, nos encontraremos con un cartel informativo y es ahí donde se encuentra Puerto Viejo.


A nuestra derecha se encuentra el Peñón de Puerto Viejo.


A un lado el inmenso Valle de los Pedroches




La carretera nacional 420 que conduce al puerto de Valderrepisa y Valle de Alcudia.


Sierra Madrona


Sierra Quintan al fondo.


La cima del Abugaloso.



domingo, 15 de diciembre de 2013

La Dehesa y la Defensa de Cardeña

El paisaje que define toda la comarca de los Pedroches en general y el de Cardeña en particular es el de la dehesa de encinas y esto, como todo, no es fruto de la casualidad, aquí ha intervenido de una forma muy clara la mano del hombre desde mucho tiempo atrás.


El termino dehesa proviene del vocablo latino "defensa" y ello se hacía porque al destruir el matorral alrededor de las poblaciones se dificulta el ataque sorpresa de los enemigos.


Otro de los beneficios que tenía este método defensivo era el de aprovechar los pastizales que se creaban por el ganado en zonas cercanas a la población y de fácil vigilancia.


Este uso para prevenir ataques también tenía su lado negativo que no es otro que la falta de regeneración natural del arbolado, con un envejecimiento de los árboles debido a que el pastoreo continuo evitaba que los brotes nuevos llegaran a cuajar en árboles consolidados.






viernes, 13 de diciembre de 2013

La Granadilla de la Jara Pringosa

Si somos algo observadores habremos comprobado la presencia de una pequeñas plantas con un color rojo escarlata muy llamativo que crecen justo a los pies de los jarales. Se trata de la Hipocistide o granadilla (por la similitud con la fruta) un parásito de la jara con un tallo muy corto y como una yema cubierta de escamas.


El tallo rojo a ras de suelo es lo único que vemos pero esta planta se une a las raices de la jara y la parasita, alimentándose de ellas.


La granadilla pertenece a la familia de la rafflesiaceas, constituida integramente por plantas parásitas de distribución tropical.



martes, 10 de diciembre de 2013

Los Cuervos Marinos en Sierra Morena

Todos los inviernos podemos comprobar la presencia en los ríos y embalses de Cardeña, Sierra Madrona y Valle de Alcudia a unos "pajarracos negros" que la gente de la costa los conoce como "cuervos marinos" que en realidad se trata de el cormorán grande (Phalacrocorax carbo), un excelente nadador y mejor buceador que se alimenta de  peces. 


Su presencia es cada vez más abundante y no sería raro que apareciese alguna colonia de cría como ya ha ocurrido en otras partes del interior de la península, pasando a ser residente. Una vez más nos volveremos a encontrar con una polémica entre pescadores (no todos) y "sus competidores animales" ya que los primeros piensan que los cormoranes "esquilman" los peces de pantanos y ríos. ¿De verdad creéis que son las aves las que esquilman, ensucian y arrasan nuestras aguas interiores?. 


Normalmente se les ve o secandose en las rocas y árboles cercanos al agua o bien nadando y buceando en busca de su alimento. Son muy huidizos e inician el vuelo inmediatamente que notan nuestra presencia, eso no quiere decir que sean rápidos ya que su corpulencia hace que tenga que realizar un despegue más propio de un hidroavión.




domingo, 8 de diciembre de 2013

El Tesorillo de Azuel

En Sierra Morena no son pocos los "tesoros" escondidos que desde esta ventana tratamos de ir descubriendo poco a poco, pero algunos de ellos son verdadera y materialmente reales y ese es el caso que hoy os presento. Allá por entre los siglos II y I a. C. pudiera ser cuando una serie de objetos, fueron descubiertos concretamente en 1874, y fueron escondidos en un lugar cercano a lo que era el castillo de Azuel (Cardeña-Córdoba). Este descubrimiento es conocido como el Tesorillo de Azuel.


Cerca del camino que va hacia Villanueva de Córdoba alguien que se encontraba arando levantó diversos jarros, platos, monedas y  joyas diversas. ¿A quien pertenecía este tesoro?, las hipótesis son variadas pero en todo caso pueden responder a que esta zona era rica en metales y además estaba conectada con otras zonas del norte y sur. Por tanto ya en aquella época existían personas que pudiesen acumular unas rentas más que aceptables y que diesen lugar a tener en su propiedad tesoros de cierta entidad como el encontrado. Más de 1.000 monedas de plata, brazaletes, cuencos, anillos, pendientes, etc.


Desgraciadamente el propietario que lo encontró lo vendió a un jesuita al peso y a la fecha de hoy se desconoce donde está y tan solo existen unos dibujos de algunos de los objetos, una autentica pena que se dilapide la historia de un pueblo de una forma tan absurda.
"Todo lo de Azuel fue llevado a París en 1875 sin consecuencias; y de vuelta, el propietario, un D. José Muñoz del Valle, vecino de Lucena, lo vendió al jesuita P.Antonio F. Cabré, preferido a otro licitador que se llamaba Rivas Gay, por 4.780 reales, a razón de un real por gramo, o sea, con un premio de 25 por ciento sobre el valor de la plata. Pesaron los objetos 693 gramos y las monedas 4.099; quedaron en poder del dueño veinte de ellas, y se cerró el trato en 28 de mayo de 1878. El P. Cabré vendió luego, sin que sepamos donde ni a quien, todos los objetos y la mitad de las restantes monedas, depositándose las demás en el gabinete arqueológico del colegio de Chamartín de la Rosa, que él formó integramente..."
(Manuel Gómez Moreno, "El Tesorrillo de Azuel", "Misceláneas de Historia, Arte y Arqueología", págs. 343-344.)

martes, 3 de diciembre de 2013

El Robledal de las Hoyas

El robledal de las Hoyas es un lugar de los más bonitos y encantadores de toda Sierra Madrona, se trata de un bosque de robles rodeado de montañas en un excelente estado de conservación y que supone una de las mejores rutas de senderismo de toda Sierra Morena.




El inicio lo podemos realizar bien desde Fuencaliente o desde la carretera que va hacia Puertollano, una vez pasado el área recreativa de San Isidro sale un carril que nos acercará hasta el cruce que va hacia la vereda de Puerto Viejo (punto kilométrico 105), ahí podremos dejar el vehículo y comenzar nuestro paseo (o bien directamente desde la misma carretera). La otra opción es desde el pueblo tomar la calle San Bernardo y tomar el Camino Real (recomiendo esta opción) bien en coche o andando y continuar hasta el kilómetro 5,4 (dejamos el coche) donde deberemos tomar el camino que sale a nuestra izquierda y que ya nos conducirá en constante subida hasta el Robledal de las Hoyas.



El comienzo es con fuerte y constante pendiente pendiente, las vistas y la variedad arbustiva nos harán más que agradable el paseo. Podemos observar alcornoque, quejigo, roble, encina, y muchos madroños.




Subiremos siempre por el carril principal hasta que llegaremos a una cancela que da acceso a los montes públicos de Fuencaliente, debemos de dejarla cerrada cuando pasemos.


El camino al poco ya se va suavizando, incluso baja en algunos momentos y comenzaremos a ver un bosque maravilloso de robles melojos, que si vamos en otoño será todavía más espectacular si cabe.


Algunas marcas de pequeño recorrido, blancas y amarillas, nos señalan el camino del que es imposible perderse ya que es un carril bien ancho.


LLegamos a divisar la "hoya" donde se situa este bosque de robles melojos.
Este es un lugar muy sensible y que hay que poner empeño en conservar no solo por la presencia de los robles sino también por la excepcional avifauna que presenta la zona, con presencia de águila imperial y real, buitre negro y leonado, cigueña negra, etc. Además de especies cinegéticas como ciervo, cabra montés, jabalí.


La duración de la excursión variará dependiendo de nuestro estado de forma, pero a paso tranquilo podemos tardar una hora y media en llegar y algo menos para volver. Lo ideal es llevar unos bocatas y algo de líquido para pasar el día por la zona y disfrutar de la tranquilidad y el sosiego que nos produce un bosque y un paisaje tan idílico.


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