El Pilar de Belalcazar esta, como no podía ser de otra manera, en un lugar estratégico para cuando el agua era un elemento fundamental en las vías de comunicación entre unos pueblos y otros. Por ello se encuentra al comienzo de la via que va hacia a Almadén de la Plata y a pocos metros del castillo del pueblo. Servía como abrebadero para las bestias, además de como lavadero (anexo a dicha fuente).
Toda esta parte norte del conforma un conjunto monumental de altísimo valor que merece la pena ser visitado. El pilar es de unos 40 metros de longitud, de forma octogonal, con unos escalones de granito para acceder al mismo.
Fue construido allá por el 1540 y sufragado por el pueblo y los Duques de Bejar.
En el manchón central se sitúan cuatro caños de bronce, uno de ellos por el que cae el agua al abrevadero directamente y los otros tres están habilitados para poder poner los cantaros y vasijas y recoger el agua, si no es así esta cae también al abrevadero por un orificio realizado en la loza de granito. Una autentica preciosidad.
Este conjunto hidráulico está rodeado de una maravillosa balaustrada de granito que hace como una especie de balconada desde la que podemos observar toda la plaza. Si a ello le añadimos que el pavimento es empedrado al estilo de las antiguas calzadas, tendremos ante nosotros a uno de los rincones más singulares de todo el Valle de los Pedroches.
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