sábado, 28 de abril de 2012

Una Cochinera en Sierra Morena: autentica obra de ingeniería popular


El andar por cualquier rincón de estas tierras que dividen Andalucía de Castilla la Mancha es poder llevarte una agradable sorpresa de cualquier tipo en cualquier momento. Y eso fue lo que nos pasó el pasado sábado cuando en un carril pudimos comprobar como se mantiene en pie una autentica joya de la arquitectura popular de estos pagos.



Bajo la apariencia de un simple montón de piedras derruidas se esconde la necesidad de agudizar el ingenio por parte del ganadero, que debiendo de construir una vulgar cochinera para resguardar a su ganado de cualquier peligro, se la arregla con los materiales de la zona para terminar construyendo una autentica maravilla del ingenio popular.



Piedra carbonífera, granito, pizarra, barro, tierra y mucha imaginación son los ingredientes necesarios para hacer esta obra de arte.
La entrada incluso con su correspondiente "puerta" de pizarra. ¿Sería eléctrica?


El comedero/bebedero, como no de granito.


Los distintos "apartamentos" para el rey de la casa: el cochino de pata negra. Con su techado que le resguarda de las inclemencias del tiempo.


Las entradas a las "habitaciones" podéis observar que son pequeñas y ello es debido a que antiguamente había que proteger a los cochinos de los ataques de los lobos, y la mejor defensa consistía en una entrada pequeña donde la cochina se situaba en la puerta por dentro y evitaba la entrada del lobo. Una cochina defendiendo con sus "navajas" la entrada de esta cochinera no era plato del agrado del cánido ya que las heridas que podía recibir podían ser considerables.




Cómo movían tantos kilos de piedra?. Pues igualmente con mucho ingenio y mucho esfuerzo.


Las vallas que la rodean que mejor, mas barato y más a mano, material se puede utilizar en una zona denominada valle de los pedroches.


Al techo le ponemos algo de tierra, bien compactada con yerbas y piedras que la sustenten.







Lastima que el techo no soporte el paso de los años.


Sus respiraderos para que no haya problema con los gases, que tratandose de cerdos (tanto de cuatro como de dos patas) nunca se sabe.





¿Cómo aguantaba el techo el peso de esas enormes piedras?.






No me digáis que los cochinos criados en este palacete pueden tener algo malo.


Por algo son los mejores jamones del mundo los que se crían por Cardeña. Y no os digo nada si probáis el cochifrito, el "oro negro".





Aquí os dejo un vídeo para que podáis admirar esta obra arquitectónica que seguramente costo algo menos que cualquiera de los costosos proyectos que nos presentan, hoy día, a bombo y platillo.


Agradezco a la familia Pizarro su comprensión por la publicación de estas fotos y a Inmaculada Pizarro la información sobre los ataques del lobo. Y los animo a que restauren este autentico monumento para que pueda ser mostrado a los muchos visitantes que van a llegar a su Cortijo en ese ilusionante proyecto que preparan.

jueves, 26 de abril de 2012

Camino de San Marcos, Fuencaliente (Ciudad Real)

Desde el pueblo de Fuencaliente (que bien merece una entrada, en este blog, para una próxima ocasión) y tomando la calle San Bernardo podemos acceder a un recorrido que podemos modular a nuestro gusto. Tanto si queremos una buena caminata, como un corto paseo, tenemos opciones para todo ello. Ya que dicho carril coincide con un largo recorrido que nos puede llevar hasta el Valle de Alcudia, concretamente a la Venta La Inés o bien desviarnos hacia "El Abuelo" (roble centenario). 





Hoy concretamente os propongo un paseo de un par de horas por las faldas de la Sierra de la Serrezuela y que coincide con el Camino de San Marcos, también llamado Camino Real. Tras acceder al Fuencaliente y pasar por la plaza del Ayuntamiento, tenemos que coger la calle que lo bordea por su izquierda y subir hacia el final de dicha calle (es todo asfalto).



LLegamos hasta un área de descanso con el coche, si queremos, y podemos aparcar en las inmediaciones de la depuradora de aguas.



El lugar está acondicionado para poder sentarse a la sombra y degustar un buen bocata después del paseo, o antes, como se prefiera.


Ahí comenzará nuestra ruta, nos pertrechamos con las mochilas, los bocatas y  bebida.



Nada más comenzar tenemos buenos ejemplares de alcornoque y bellas flores que nos inundan de colores distintos.




Las vistas son muy buenas y fotogénicas, de todas las sierras que rodean Fuencaliente.



En esta ocasión vemos alguna señales evidentes de que la garduña es habitante de estos bosques. Su "cagadita" es inconfundible ya que presenta forma de letra griega.


Los ejemplares de alcornoque alcanzan un porte considerable y en este caso aún más si lo comparamos con ese pobre "pinito" que parece estar pidiendo por favor que no me de un patadón. Cualquiera diría que es una pata de elefante (espero que esto no lo lea el Rey, ya que correría peligro el árbol)



Las señales blanca y roja (de largo recorrido) y las amarillas (corto recorrido) nos acompañan todo el camino, e incluso están originalmente pintadas sobre esta piedra. Emulando las numerosas pinturas rupestres que hay en esta zona.


Este alcornoque ya cumplió su función durante muchos años y ahora parece estar en su ocaso. Aún así ofrece una bella estampa.


Más colores y más privamera radiante (y no es en el Corte Inglés).



Los robles también abundan por estos parajes y ya lucen su color verde primavera-verano.


Para finalizar este alcornoque con forma de candelabro, que emula a los quejigos podados para aprovechamiento maderero.

La vuelta la podemos realizar cuando nuestras fuerzas empiecen a escasear o bien se nos apetezca parar y observar los numerosos cortados que conforman la sierra de la Serrezuela y que tienen gran cantidad de rapaces y buitres.


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