Un bonito paseo desde el pueblo de Azuel es el que nos acerca hasta los cerros cercanos al cortijo de Teófenes. Debemos de dirigirnos hacia el cementerio y proseguir por el camino que sale a nuestra derecha, mirando hacia el campo santo.
Llegamos a unas lomas que nos muestran en todo su esplendor la Sierra Morena castellano manchega, concretamente Sierra Madrona y Sierra Quintana. Últimos refugios de los lobos que compartimos con La Mancha.
Más hacia nuestra izquierda vemos el piedemonte que separa Andalucía de Ciudad Real y que nosotros llamamos "el serengueti andalú". Una inmensa llanura colmatada de encinas.
La Sierra de la Garganta también se atisba y esconde la mayor finca cinegética de toda Europa. Lastima que su política conservacionista no sea todo lo adecuada que podría ser. Es cierto y verdad que genera trabajo en la comarca, sobre todo en el pueblo de Conquista, pero también es verdad que su gestión es un tanto conflictiva a la hora de saber congeniar la caza con la ecología.
El Cortijo de Teófenes está situado sobre un cerro, sus restos esconden una truculenta historia que nos habla de las barbaridades que durante la Guerra Civil se cometieron por ambos bandos. Al parecer quien vivía ahí fue cruelmente asesinado por tenerlo por "chivato" del bando contrario. De que bando era o dejó de ser es lo de menos, lo verdaderamente importante fue la barbarie cometida.
Nuestro paseo terminó con un "escandaloso" arrendajo que se deja "afotar" sobre una encina.
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