Se encuentra en el camino que va desde Ventillas (pedanía de Fuencaliente, Ciudad Real) ha Solana del Pino. Es un buen carril y a unos 12 km de Ventilla en dirección a Solana del Pino, tras pasar una cortijada con una piscina en desuso, se encuentra un pequeño carril que tomamos hasta que nos permite su mal estado (unos 400 metros) y dejamos al coche a una buena sombra que le cobije.
Preparamos el mochileo con sus correspondientes "menús gurmete" compuesto por afamadas latas de melva y las no menos exquisitas latas de almejas chilenas, todo ello aderezado con dos buenas barras de pan. Golimbetes (chucerías) aparte claro, que el camino se prevee largo y el hambre apretará.
Cruzamos un pequeño arroyo y ya se intuye por donde puede estar la hoz de valdoro, simplemente tenemos que seguir el cauce del río montoro en sus incipientes comienzos y llegaremos a ella en poco más de media hora de marcha tranquila y sosegada.
Tras recorrer un carril nos encontramos con un cartel, un tanto abandonado, anunciando la hoz y tenemos que cruzar el arroyo hacia la derecha y continuar la senda hacia la izquierda para acercarnos a nuestro
destino.
Los parajes que se presentan ante nosotros son dignos de admiración, y la primavera se muestra en todo su explendor con abundancia de peonías, majuelos en flor y una gran cantidad de variedad de verdes.
El río nos acompaña entre sombras que refrescan el caluroso día de abril, las truchas son facilmente visibles y algún que otro venado distraído se nos cruza en el sendero.
Nos adentramos en la hoz y el camino se pone un poco dificilillo y hay que sortear algún que otro contratiempo.
Ayudar a los abueletes a sortear complicados saltos de agua es de buenos cristianos
Un alcaudón en su oteadero y un despistado corzo fueron sorprendidos por las "manos expertas" de mi compare y su super "retratadora" Nikon nos dejó estas bellas estampas. Bueno la realidad es que los "alimalitos" se dejaron afotar porque no he visto persona más lenta haciendo una foto (¡¡¡Dios mio que paciencia hay que tener!!!, ¡¡¡quehombreste!!!)
Las paredes verticales cada vez dificultan más el paso, hasta que llega un momento en el que tan solo podemos disfrutar de unas maravillosas vistas, acompañadas por un no menos maravilloso bocadillo que nos aportará la energía necesaria para una tranquila vuelta al comienzo por el mismo sendero.
Una foto del cuarteto para el recuerdo y a iniciar el regreso e ir preparando la siguiente ruta.
Hola Antonio,me parece que no hicísteis la ruta completa. Es difícil pero una maravilla, hay un camino a media-baja ladera que lleva hasta el cortijo de los Alamillos, ya del lado del valle de Alcudia. No tiene desperdicio, ahora eso sí. Cada vez va menos gente por allí y tiene que estar todavía peor que cuando hice la marcha hace unos diez años.
ResponderEliminarPor comentaros, se pasa por una gran cueva,(la de los ladrones) y abajo, en el mismo río, hay un manantial de fuente agria.
Ya tenéis tarea para otro día
Un saludo