Entre las "piedras peladas" que salpican los ríos Yeguas y Jándula podemos observar a la pequeña, rechoncha y colorida lavandera boyera, Motacilla flava, eso si hay que esperar a los meses de abril y mayo para que aparezcan por nuestra sierra y es a partir de septiembre cuando marchan a sus cuarteles de invierno.
Saltando de piedra en piedra, rebuscando entre las grietas pequeños insectos, moscas, larvas... tienen un incesante ir y venir, moviendo su larga cola y capturando insectos que pasan cerca de ella mediante acrobáticos y rápidos vuelos.
Necesita de biotopos húmedos, carrizos, junqueras en valles fluviales y por ello es fácil el observarla por los pantanos de nuestra zona y sobre todo es un placer verlas "saltando" por las piedras del Yeguas y Jándula.
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