Un caluroso día de verano en Sierra Morena Oriental, un día de campo aprovechado hasta los últimos rayos de sol, y estos vamos a disfrutarlos desde un rincón único en Azuel. Se trata del Cerro del Tomillo, lugar que solemos visitar para ver como el radiante sol veraniego se oculta detrás de la cercana Sierra Madrona y las dehesas de encinas que cubren miles de hectareas.
El sol cae y da paso a la vida, y es que durante el día es dificil que la fauna se mueva por estas tierras debido a las extremas temperaturas que se alcanzan durante el día. El lince, el lobo, nutria, zorros, rapaces nocturnas y demás carnivoros va a la busqueda de peces, ciervos, muflones, conejos, perdices, etc que igualmente salen buscando el fresco de la noche.
Nosotros intentamos alargar todo lo posible nuestras jornadas camperas y como queriendo evitar lo inevitable vamos a comprobar que es verdad que el día se acaba, que el sol se pone y que nos regala estas bellas imágenes. Pero no es lo último que nos queda por ver, todavía escuchamos el canto de un autillo a lo lejos y cerca de nosotros, en el mismo carril de acceso al cerro, se observan los típicos cantos de los chotacabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario