Una de las joyas que esconde Belalcazar es sin duda su puente romano el cual resiste las embestidas de las aguas, que crecida tras crecida le proporciona el río Guadamatilla. Se encuentra situado en el antiguo camino que une Belalcazar con Santa Eufemia.
Uno de los secretos que tienen estas construcciones para resistir el paso del tiempo y el agua, es las "quillas" en forma de punta para hacer poca resistencia a las fuertes corrientes, por un lado.
En cambio por el lado contrario estos pilares tiene forma redondeada para dar estabilidad.
El puente formaba parte de una antigua calzada romana y como no servía para los antiguos caminos de la Mesta y facilitar la trashumancia y el paso del ganado desde Castilla hasta los pastos del Valle de los Pedroches.
Esta foto de abajo corresponde a una carretera, construida bastante tiempo después pero con mucho menos inteligencia que el puente, ya que cada vez que el río crece queda inutilizada.
Echamos en falta información sobre el mismo y como llegar hasta él, de todas formas si preguntamos en el pueblo por el puente de San Pedro nos darán explicaciones más que suficientes de como llegar. Si además queremos dar un paseo más allá podemos atravesarlo y a nuestra derecha sale una cañada que se adentra en unos terrenos de sembrados y desde el que tendremos unas buenas vistas.
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