En Villaralto, pleno Valle de los Pedroches, se encuentra un lugar que debe de ser visitado para comprender la importancia que en toda esta comarca ha tenido la ganadería y ese es el Museo del Pastor. Autentico santuario de lo que es la vida de los sufridos pastores y sus rebaños.
Aunque está un poco escondido, si seguimos las indicaciones y al final preguntamos a algún convecino nos dirá que se encuentra frente a una pequeña plaza en la calle Buensuceso, número 17, a la espalda de la iglesia de San Pedro. Aparcaremos el coche en sus cercanías y nos dispondremos a conocer a fondo la vida pastoril de la zona.
Un recorrido por sus instalaciones nos muestra todo los utensilios que podían y pueden ser usado por los profesionales del pastoreo. Una extensa muestra de cencerros...
Las carrancas que se le ponían a los perros pastores y que les protegía del ataque de los lobos...
Tijeras de podar, hierros para marcar,..
Recipientes artesanos para almacenar aceite, leche o cuencos para comer...
La típica choza pastoril con un atril en sus afueras que sirve para colgar los utensilios de cocina.
Como no unos bastones realizados en madera obtenida bien de encina u olivo, que son los árboles más frecuentes en la zona, incluso con el trozo de alambre para que veamos como se le daba la forma curvada.
En definitiva una visita más que recomendada e imprescindible para poder entender un poco más nuestra Tierra de Linces y la influencia que la ganadería ha tenido entre sus habitantes. No hay que olvidar que historicamente hemos sido zona de paso y quedada de millones de cabeza de ganado que usaban los caminos de la Mesta que comunicaban el norte con el sur de la península.
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