Casi 50 cotos de caza mayor se establecen en el Parque Natural de Cardeña-Montoro, otros tantos, por lo menos, en la zona de Sierra Madrona, ello constituye un elemento clave en todo este entorno de Sierra Morena Oriental. Evidentemente no somos, ni muchísimo menos, defensores de esta actividad pero hay que tenerla muy en cuenta a la hora de desenvolverse por estos pagos.
En primer lugar la repercusión económica que esto tiene es el factor más importante, ya que poderoso caballero es don dinero, y de ahí se derivan los problemas que solemos tener los amantes de la naturaleza a la hora de convivir en el mismo espacio que las grandes fincas cinegéticas.
Mallas imposibles de salvar por los animales, carriles cortados, cañadas desaparecidas, litigios judiciales, presión de la guardería, etc es algo que hay que ir modulando poco a poco para que todos tengamos nuestro espacio. Es decir debemos de entender que este negocio deja dinero en la comarca y ellos tienen que entender que tenemos derecho a disfrutar de los grandes paisajes de nuestra Tierra de Linces.
Finca Valmayor actualmente en litigio judicial
con el Ayto de Fuencaliente por intentar cortar una cañada
La clave de este hiper desarrollo de las fincas cinegéticas es que el venado se ha impuesto al ganado domestico. La constante crisis de la cría de vacas, caballos, cerdos ha ido dejando espacio al ciervo, jabalí, corzo...
Las grandes fortunas han aprovechado esta dejadez de los montes por parte de los ganaderos para tener sus propias fincas dedicadas casi exclusivamente al monocultivo de la caza mayor y con ello se ha generalizado la utilización de la malla cinegética, autentico elemento que impide la variedad genética y mejora de las especies.
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