jueves, 12 de mayo de 2016

Por la Cara Sur de Sierra Quintana

Sierra Quintana forma parte del último tramo del macizo Madrona-Quintana y representa una de las zonas mejor conservadas donde se pueden disfrutar los mejores paisajes de Sierra Morena. La conjunción de varios factores como las grandes propiedades y la escasa  o casi nula densidad de población han hecho de estas tierras un lugar excepcional.


Desde Azuel tenemos una esplendida visión de esa cordillera montañosa que afortunadamente todavía tiene un carril público, eso si solo accesible andando, que podemos recorrer en una de esas jornadas maravillosas que nos regala nuestra Sierra Morena Oriental.


El acceso al carril lo haremos desde la carretera que une Montoro con Puertollano y un poco antes de llegar a Fuencaliente, en el kilómetro 97,6, nos aparece un carril a nuestra derecha que nos lleva hasta la zona de los Puentes del Engeño. Seguiremos ese carril en dirección hacia la Finca Las Lisiadillas y antes de atravesar el río de Navalmanzano y comenzar la subida a la Cuesta del Sauco podemos dejar el coche en un lugar que no moleste y comenzaremos esta ruta.


A media cuesta nos aparece un carril a nuestra derecha y entraremos directamente en territorio del Parque Natural de Andujar.


A partir de ahí el carril seguirá paralelo a la cara sur de Sierra Quintana, donde coexisten las cuatro especies características del monte mediterraneo: encina, quejigo, roble y alcornoque.






Veremos los restos de viejas cortijadas de las que antes abundaban por estas zonas y que poco a poco se fue despoblando y quedando en manos de unos pocos propietarios que dedican miles de hectareas de forma exclusiva para la caza.


El comienzo será un breve descenso al entrar en la finca Navarrodrigo y al poco pasaremos por el Cortijo de Lucas.


A nuestra izquierda se iran sucediendo el Burcio del Pino primero y luego el Collado del Madroño, puntos claves de esta pequeña cadena montañosa.


Son unos 20 kilómetros de carril los que nos conducen hasta la carretera que va desde el Santuario de la Virgen de la Cabeza (Andujar) hasta Solana del Pino, y antes debemos de pasar por algunas puertas que hay que dejar tal y como a encontremos. La primera es esta que nos adentra en Las Lisiadillas.



Al igual que desde Azuel vemos esta sierra, desde estas faldas podemos ver a lo lejos ese pequeño pueblo andaluz que parece un portal de Belen incrustrado en las lomas que forman parte del Parque Natural de Cardeña-Montoro.



Un poco más adelante pasaremos un cruce en el que el carril de la derecha lleva directo a la Finca Las Lisiadillas y el de la izquierda es el que debemos seguir.



Son numerosos los arroyos que bajan de lo más alto de Quintana y que cruzan el carril.


La siguente puerta nos dice que entramos en la Finca el Panizal, otro enorme latifundio cinegético, al poco pasaremos por delante de la cortijada y poco después iniciaremos un pronunciado descenso que nos llevará hasta la pasada por el río Valmayor.



Desde el río Valmayor nos quedarán unos 5 kilómetros para llegar al cruce con la carretera, donde finaliza esta enorme ruta. La vuelta será por el mismo lugar a no ser que tengamos previsto un coche que nos recoja en dicha carretera. Son unos 20 kilómetros en total de lo más escondido de Sierra Madrona. Debemos de tener en cuenta que circularemos por un carril público pero que atraviesa grandes cotos cinegéticos. Por lo que es normal que la guardería nos pare y nos pregunte donde vamos, simplemente cumplen su misión y nosotros no tenemos nada que ocultar. Igualmente debemos de tener en cuenta la época de las monterías en las que se pueden cerrar algunos pasos para evitar accidentes.




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