Es habitual disfrutar en nuestros paseos por Sierra Morena Oriental de una variedad enorme de construcciones basadas en los "productos" típicos de la zona. La inmensa variedad de piedras, la tierra, la arcilla, la madera, la cal, la pintura, los vegetales... en definitiva hacer de la necesidad de construir una virtud para aprovechar lo que la tierra daba. Pero de vez en cuando aparece alguna "exquisitez" como la que aquí os dejo. Toda una restauración de un viejo cortijo que acumula cemento, techo de metal, tejas viejas y nuevas, ventanas de aluminio, ventanas de madera, rejas, piedras en la fachada, adobe en alguna zona, cal, pintura....
Dicen que en la variedad está el gusto, pero me temo que aquí solo se quedó en la variedad.
Afortunadamente justo enfrente nos encontramos con esta preciosa valla con piedras en su base y adobe sobre estas, adornada con una cubierta vegetal que impide que el agua la destruya.
O esta otra que se trata de una típica zahurda entera de piedras. Afortunadamente esto es lo más normal y la primera foto es simplemente anecdótica...de momento.
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