Si queremos observar a este pequeño conjunto de plumas con patas y pico alargado y curvo llamado agateador común (Certhia familiaris) la mejor época es el invierno, cuando los robles de Sierra Morena Oriental se quedan sin hojas. Es entonces cuando podemos ver como un ratoncillo con plumas se pasea arriba y abajo, en posturas acrobáticas por el tronco y las ramas del roble melojo, para ello utilizan sus afiladas uñas que le sirven como crampones naturales y la cola que dispone de "agujas" fuertes y flexibles.
Se alimentan utilizando su curvo pico para rebuscar en las grietas donde se refugian gusanos, tijeretas, arañas, escarabajos pequeños, etc.y en menor medida semillas y granos.
El verlos es bastante más dificil que el escucharlos y si además queremos "afotarlos" sencillamente es un ejercicio de paciencia considerable ya que realmente ante nuestra presencia se ocultan tras los troncos o ramas. Son inquietos y están constantemente moviendose hacia arriba y abajo con una habilidad digna de ver. Tienen predilección por los bosques de hayedos, pinos negros y los robles de los que afortunadamente tenemos grandes manchas en Sierra Morena Oriental.
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