En el Parque Natural de Cardeña-Montoro hay una gran variedad de paisajes dependiendo de la zona que visitemos pero en todos ellos existe un común denominador y no es otro que las piedras que afloran a la superficie y que son consecuencia del gran batolito de los Pedroches sobre el que se sustentan estas tierras. Pues bien estas formaciones rocosas adoptan en determinados lugares unas singulares formas que por esta zona llamamos "bolos" y "lomos de ballena".
La encina y la piedra conviven en Cardeña
Los lomos de ballenas son bloques de piedras alargados y abombados que tienen parecido con la parte que los cetáceos emergen del mar.
Las originales vallas de piedras junto a un gran lomo de ballena del que estas se extraen
El ver estas formaciones es frecuente por todo el parque pero hay un sendero muy recomendable para todas las edades en el que podemos ver una gran variedad de este fenómeno y es el que va desde la Aldea del Cerezo hasta Azuel. Aunque no hace falta hacerlo entero, ni mucho menos, con que andemos un poco partiendo de la Aldea en poco tiempo los veremos en todo su esplendor.
Además estan los "bolos" que son bloques de piedras redondeados y que parecen depositados caprichosamente sobre las dehesas de encinas.
Los bolos podemos encontrarlos de todos los tamaños
Desde el tamaño de un coche
A pequeñas pelotas de piedra
Estos afloramientos graníticos han sido aprovechados históricamente en estas tierras como material de construcción de casas, vallas, pozos, etc y desde este blog queremos hacer un llamamiento a la distintas administraciones para hagan una puesta en valor de lo que en Cardeña es algo típico: el tratamiento y utilización de estos lomos y bolos.
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