No es frecuente el toparse con estas delicadas y bellas flores que son los lirios silvestres, Iris xiphium, por nuestras andanzas en Sierra Madrona y de hecho son pocas las ocasiones en las que los vemos, bien en algún pastizal acompañando al romero y también cercano a las cumbres y rodeados de pedregales.
Los tonos azules y amarillos nos llaman la atención, contrastan con el verde del tallo que puede llegar al metro de altura.
A pesar de su delicado aspecto tan solo necesitan claros pedregosos con o sin matorrales y con cierta humedad. Mayo es el mes a partir del cual podemos aprovechar para poder verlos.
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