El pasado 31 de julio se dio un fenómeno astronómico que se repite más o menos cada tres años, y es el denominado "Luna Azul", y que mejor sitio que en plena Sierra Morena para presenciarlo en directo. Una noche despejada, una luna llena llenísima, claridad en medio de la oscuridad y un sinfin de sensaciones que tan solo te proporcionan estas sierras solitarias.
Si además estas en un lugar donde se pueda observar uno de los referentes de Sierra Morena, como es el santuario de la Virgen de la Cabeza, añadiendo los ciervos, jabalíes, buho real, cárabo, lechuza, etc que acompañaban con sus distintos sonidos, la verdad es que el espectáculo no puede ser más maravilloso.
En si mismo el fenómeno de la "Luna Azul" no es otra cosa que luna llena dos veces en el mismo mes, cuestión que se da porque cada 29,5 días hay una luna llena y si se produce el día 1, pues a final de mes tenemos otra. Lo del color azul se podría ver si el cielo estuviese lleno de cenizas, ya que estas dispersan la luz roja, pero dejan pasar otros colores. Las nubes son atravesadas por las cenizas y la luna se ve color azul. Eso ocurrió en 1883 cuando el Krakatoa explosiono durante una luna llena como esta.
Esperar el amanecer ante tan maravillosa vista serrana, aunque el esquivo lince no se mostrase ante nosotros (o nosotros no fuimos capaces de descubrirlo), es una sensación placentera y relajante que puede durar hasta más o menos las 11 ó 12 de la mañana, a partir de ahí hay que buscar un lugar fresco porque el verano en Sierra Morena es duro y no entiende de ganas de "campear". Por eso y no por otra cosa buscamos la excusa de esta Luna Azul para poder volver a salir a la sierra, que ya hacía tiempo que no disfrutábamos.
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