Resulta siempre llamativo el comprobar como aves de tamaño y poderío mucho menor se enfrentan a las todo poderosas águilas imperiales, reales y perdiceras. Este es el caso de un aguilucho lagunero que año tras año utiliza un conocido pantano en las cercanías de Cardeña para sacar adelante su pollada, ataca a un adulto de águila imperial que ha cazado un conejo en las cercanías de su nido.
Esto es algo habitual pero en este caso había algo que nos llamo la atención y que creemos que puede ser relevante, y es que la rapaz más grande iba con parte de su presa entre sus garras y se alejaba de la zona, sin embargo el lagunero continuaba su hostigamiento y parecía que su intención era que soltara la presa, más que alejarse de la zona.
Creemos que el lagunero sabe perfectamente que la poderosa ave tenía sus garras ocupadas y sin ellas no es peligrosa y por ello no paraba de acosarla aún cuando ya no revestía peligro para su zona. Realmente en la naturaleza cualquier debilidad es aprovechada por tus "enemigos" y en este caso la imperial, a pesar de su fortaleza, estaba en clara desventaja frente al aguerrido aguilucho lagunero.
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