El águila perdicera, Hieraaetus fasciatus, puede llegar a tener unos 75 cms de longitud y una embergadura alar de más de metro y medio, pero es la hembra la que tiene mayor tamaño pudiendo llegar su peso hasta los 2,5 kilogramos y algunos machos tan solo se quedan en un kilo y medio. Igualmente suelen pasar por distintos colores de plumaje y por ello en esta foto de una pareja de perdiceras observamos como la hembra además de ser más grande es de un color más oscuro que el macho que presenta ya las tonalidades blanco/sucio. Juvenil, inmaduro, subadulto y adulto a partir del cuarto año son los distintos plumajes que las caracterizan, si a ello le añadimos las diferencias entre ambos sexos y la distancia a las que las podemos observar no es nada fácil el catalogarlas.
El verlas juntas es más habitual que otras rapaces ya que suelen cazar en pareja
Desgraciadamente es cada vez más dificil el poder observar estas preciosas rapaces en Sierra Morena ya que a todas las dificultades que tienen las aves en su convivir con el ser humano, se le une la competencia con águilas reales y buitres leonados que las desplazan de los nidos. Su supervivencia radica en la gran capacidad de adaptación que presentan y la fiereza con la que defienden esos territorios.
Por si fuera interesante o de utilidad para usted, para sus compañeros de rutas o para los lectores de su web, tengo publicado el blog http://plantararboles.blogspot.com
ResponderEliminarUn manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud, José Luis Sáez Sáez.