Un año más tan solo ha hecho falta que caigan unas cuantas gotas y que bajen un poco las temperaturas para que los ciervos nos regalen el espectáculo que representa su apareamiento y los prolegómenos del mismo. Los berridos ya son patentes en toda Sierra Morena Oriental y es un placer el escuchar e incluso ver como los grandes machos se hacen más patentes que nunca.
Este es el único momento del año en el que los grandes machos son visibles a todas las horas del día, bajan la guardia contra cazadores y se muestran con todo su esplendor. Las hormonas les hacen ser menos precavidos y eso lo aprovechamos para inmortalizar a estos impresionantes ciervos con sus imponentes cuerdas.
Los más jóvenes todavía no pueden competir por las hembras y llegan a huir cuando escuchan los bramidos cerca de ellos. Temen a los grandes machos que no dudaran en atacarlo si se acerca a las hembras.
Hembras que durante el día pastan tranquilamente y que van agrupandose esperando que la noche depare los campeones de esos combates entre grandes machos que pelean con sus cuernas hasta que vencen al oponente.
Las grandes fincas cinegéticas de Sierra Morena Oriental nos permiten ver, aunque sean a través de vallas, estos fenomenales especímenes. Una pena que ya mismo comienza la carnicería anual que representa la apertura de la veda y los montes se llenan de disparos y ladridos de realas.
Algunos de ellos pagan caro, con su cuerna y heridas, la osadía de luchar con otros machos más poderosos.
Aquí os dejamos dos videos en el que se puede ver a un gran macho comiendo para acumular la energía que va a necesitar para los enfrentamientos contra otros. Y en el segundo como se roza la cornamenta contra un arbusto y luego berrea para que los otros grandes lo escuchen.
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