Uno de los valles más bonitos de toda Sierra Morena Oriental es el valle de Navalmanzano, a los pies de las cumbres más elevadas de toda la cordillera se abre un lugar de fácil acceso y que nos muestra una enorme riequeza botánica, animal y paisajística. Para recorrerlo en su integridad debemos de ir hasta el puente del Engeño, que se encuentra un poco antes de llegar a Fuencaliente, a nuestra derecha (viniendo desde Cardeña) por la carretera que va hacia Puertollano, dejaremos el coche y comenzaremos nuestro "andurreo".
En primer lugar tendremos una corta subida hasta un pequeño puerto donde el camino se divide en tres, nosotros tomaremos el de nuestra izquierda.
Las típicas vallas elaboradas con barro y vegetal las tendremos en algunos casos muy bien conservadas, y es una pena que no se protejan para evitar su desaparición.
Conforme avanzamos iremos adentrandonos en el valle y veremos como al fondo aparecen los picos más altos de la zona, como el Bañuelas, altura máxima de Sierra Morena con algo más de 1300 metros.
El río Navalmanzano nos acompañará durante gran parte del recorrido.
El camino se adentra en el valle y veremos como arriba a nuestra derecha se vislumbra las faldas del Burcio del Pino, donde nos espera la casa de Navalmanzano, final de nuestro recorrido.
Otro cruce nos aparece como una hora después de iniciada la marcha, deberemos de tomar la que sigue hacia una fuerte subida que se llama la Cuesta del Sauco. Para ello cruzaremos el río.
Algunas plantaciones de olivos, un tanto dejadas, se han abierto paso entre el sensacional matorral mediterraneo que dominan estos pagos, aunque también veremos alguna mancha de pino autóctono.
A media cuesta veremos una cancela a nuestra derecha, que también es camino público, que se dirige por la falda sur de Sierra Quintana, otro lugar maravilloso que está al alcance de nuestros pies.
Las vistas conforme subimos son extraordinarias.
Fuencaliente aparece al fondo incrustada en la montaña.
El camino se adentra en un bosque de robles melojos y pasa algunos canchales que vienen de las laderas de Sierra Quintana.
Pasaremos por una cancela que debemos dejar cerrada, reitero que el camino es público y que transitamos por bosques comunales pertenecientes al Ayuntamiento de Fuencaliente. Alguien cansado de ver como la dejan abierta nos lo recuerda con algo de humor.
Buitres leonados, negros, águilas reales e imperiales, culebreras, calzadas, todo tipo de aves de los bosques, zorros, comadrejas, incluso lobos son habitantes de estos parajes y podremos ver restos de su presencia si somos buenos observadores, e incluso inmortalizarlos si llevamos una cámara en condiciones.
El camino se allana y llegaremos a las casas de navalmanzano, donde podremos disfrutar de un buen almuerzo y las vistas de toda la sierra. A partir de ahí se pueden hacer otros recorridos más largos que dejaremos para otra jornada. El tiempo invertido en la ida puede ser de unas dos horas y media, que a la vuelta se acortarán porque iremos en constante bajada.
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