En la subida desde Andujar hasta el Santurario de la Virgen de la Cabeza existe dos áreas recreativas en las que merece la pena detenerse alguna que otra vez, aunque yo diría que siempre nos ofrecen algo que ver, su situación dentro del parque natural y la riqueza que las rodea hacen de ellas unos lugares verdaderamente extraordinarios. Se trata del área recreativa del Encinarejo y la del Jabalí. Además existe un sendero que las comunica en practicamente una hora de camino.
Es recomendable el realizar la ruta comenzando en la del Encinarejo ya que con ello tendremos la subida al principio y dejaremos la bajada para el final. Para comenzar este paseo apto para todas las edades, aunque en algún momento la subida se puede hacer pesada para los más "remolones", hay que desviarse a la derecha inmediatamente que pasamos el estrecho puente que cruza el río Jándula. Seguiremos el carril, en perfecto estado, hasta la presa que da nombre al área recreativa y aparcaremos donde no molestemos.
Veremos una cancela de entrada al monte Lugar Nuevo y allí hay unos carteles indicativos que nos harán recorrer su valla paralelo a ella por nuestra derecha. Comenzaremos por un sendero hasta llegar a otra valla que aunque está cerrada podemos abrirla y deberemos volver a cerrarla a nuestro paso. Este camino es totalmente público y está bien señalizado mediante pinturas y postes.
Nos adentramos en pleno monte mediterráneo y una de las joyas de estas sierras donde conviven especies tan emblemáticas como al lince ibérico, el águila imperial y los últimos lobos de Andalucía. Por lo que debemos de guardar las composturas para alterar lo menos posible el ecosistema tan delicado por el que transitamos.
Conforme vamos subiendo las vistas se incrementan e incluso llegan a mostrarnos el camino que baja hasta el pantano del Jándula, el camino de La Lancha, otro lugar mítico de estos pagos.
Durante el recorrido tendremos oportunidad de ver casi todas las especies vegetales dominantes en el monte mediterraneo y entre ellos están estos piruétanos, perales silvestres, con un porte verdaderamente llamativo.
Después de una pronunciada cuesta, en la que el camino recorre un cortafuego, llegaremos a la carretera que va hacia el Santuario y nuestro destino estará ya muy cerca.
El sendero transcurre paralelo a la carretera durante unos cientos de metros para cruzarla y adentrarnos en el área recreativa El Jabalí, que tiene una llamativa figura de piedra. Allí hay fuente, bancos y mesas donde podremos dar cuenta de las viandas y reponer fuerzas. El camino de vuelta es por el mismo sitio y como he comentado se puede hacer en un par de horas la ida y la vuelta. Aunque merece la pena detenerse y escuchar los ruidos del bosque y disfrutar de las vistas.
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