Fue introducida desde Inglaterra y se ha convertido en una de las más preciadas piezas de caza menor. Cardeña y Fuencaliente son dos zonas en las que abunda este ave y además sirven de sustento diario tanto a grandes rapaces (águilas real e imperial, calzada) así como de algún que otro aperitivo del esquivo lince ibérico.
Su color rojo, el bello canto y la costumbre de estar en lugares prominentes, hace de ella un ave fácil de ver y reconocer.
Forma bandos fuera de la temporada de reproducción. En general se alimenta de semillas, pero los jóvenes gustan de insectos que utilizan como suplemento proteico. Se establece junto a campos de cultivo pero necesitan agua en las cercanías, resultando esta más vital que en otras especies de aves.
El número de huevos que ponen en cada nidada puede oscilar entre doce y dieciocho y tienen mucha resistencia, lo que les es de mucha utilidad ya que el nido suele estar muy desprotegido. El ver a los pequeños "perdigones" corriendo con sus progenitores forman una de las imágenes más espectaculares.
Una pena que cada vez queden menos debido a la fortísima presión que sobre ella ejercen los cazadores.
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