Pequeña ave que podemos ver trepando arriba y cabeza abajo por los troncos de los árboles gracias a las uñas y poderosa musculatura de sus patas. El nombre le viene que ni al pelo (perdón la pluma) ya que es trepador y tiene unos tonos azulados.
Frecuente en los bosques de Sierra Madrona prefiere los caducifolios aunque no desprecia los pinares.
Suele utilizar los nidos de los picapinos estrechando la entrada con barro, dejando un hueco inferior a los 3 centímetros de diámetro.
Coloca los frutos en grietas para poder martillearlos. Si queremos verlos de cerca tan solo tenemos que colocar algún alimento en una zona próxima y suelen "entrar" bastante.
Verlos boca abajo con la cabeza levantada es bastante curioso y llamativo. La zona recreativa de la Fuente del Almirez (Fuencaliente) es un lugar donde es muy fácil observarlos.
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