Tan solo ha hecho falta un pequeño "chaparrón" que moje "el lomo" de los ciervos para que se desencadene, una año más, un fenómeno sin igual que se vive de forma intensa en toda Sierra Morena Oriental. La berrea ya suena con todo su explendor en estas sierras y los "venaos" se disputan las mejores hembras para perpetuar la especie con los más fuertes y sanos.
Es en estos días cuando los grandes machos, normalmente ocultos entre la espesura del monte mediterráneo, se dejan ver incluso a cualquier hora del día. Su celo les hace ser menos cautelosos y por ello si nos apostamos en cualquier carril y somos un poco silenciosos tendremos la oportunidad de observar sus grandes cuernas, sus singulares berridos e incluso, con un poco de suerte, verlos o escuchar como chocan sus cuernas entre los rivales.
Las hembras mientras tanto también se reunen en los claros donde pastan y esperan a que los grandes campeones terminen sus "cuitas" y se queden con los mejores rebaños.
En la zona de Cardeña y Sierra Madrona existen multitud de carriles desde los que poder observar y oir este fenómeno y entre ellos están la antigua carretera de Montoro, el pueblo abandonado de Horcajo, el camino que lleva hasta Solana del Pino, etc. De todas formas sobre todo debemos de comportarnos con el debido respeto hacia la naturaleza, evitando hacer ruidos, no dejando basuras y no invadiendo las propiedades privadas. Si todos respetamos unas mínimas normas de comportamiento seguramente disfrutaremos mucho más de este singular espectáculo que todos los años nos regala la madre naturaleza.
Aquí os dejo un pequeño vídeo grabado el pasado fin de semana en el que un macho está contestando a otros que braman sin parar.
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