viernes, 30 de diciembre de 2016

Lavandera Boyera

Entre las "piedras peladas" que salpican los ríos Yeguas y Jándula podemos observar a la pequeña, rechoncha y colorida lavandera boyera, Motacilla flava, eso si hay que esperar a los meses de abril y mayo para que aparezcan por nuestra sierra y es a partir de septiembre cuando marchan a sus cuarteles de invierno.



Saltando de piedra en piedra, rebuscando entre las grietas pequeños insectos, moscas, larvas... tienen un incesante ir y venir, moviendo su larga cola y capturando insectos que pasan cerca de ella mediante acrobáticos y rápidos vuelos. 


Necesita de biotopos húmedos, carrizos, junqueras en valles fluviales y por ello es fácil el observarla por los pantanos de nuestra zona y sobre todo es un placer verlas "saltando" por las piedras del Yeguas y Jándula.




lunes, 26 de diciembre de 2016

Ciervo Consiguiendo Bellotas con la Ayuda de su Cuerna

Ahora que es tiempo de recoger la aceituna y el "vareo" es más que habitual en nuestros olivares, he recordado una serie de fotos que realizamos hace poco en las que observamos con sorpresa como los "venaos" también realizan su peculiar forma de recoger el fruto de las encinas. 


En las numerosas dehesas de encinas que existen por Cardeña, Andujar y Sierra Madrona observamos como los  hungulados se comen las hojas tiernas a las que llegan incluso poniéndose a dos patas, por ello se ven las encinas como perfectamente recortadas por abajo y todas a la misma altura. Pero cuando ya no llegan con la boca a las apetecibles bellotas y no quieren esperar a que estas caigan, los grandes machos utilizan una herramienta que solo ellos poseen. Las enormes cuernas sirven a modo de "vara" y levantándose a dos patas la sacuden  contra las ramas para que caigan las bellotas al suelo y poder comérsela.


Todo un proceso de aprendizaje de estos animales para poder degustar estos manjares y es que la cuerna no solo vale para defender a sus "hembras" del acoso de otros machos sino que son la herramienta perfecta para un delicado bocado de bellotas recién recolectada. 
Que grande y maravillosa es la naturaleza¡¡¡



domingo, 25 de diciembre de 2016

Subida a la Sierra de Hornilleros ó Dornilleros. Fuencaliente

La Sierra de Hornilleros, aunque realmente se llama Dornilleros es uno de los lados, junto a la de Sierra Madrona,  que ayudan conformar el Valle de la Cereceda y a su vez está rodeada por el otro lado por la Sierra de Navalmanzano. Y si queremos tener una visión conjunta nada más tenemos que invertir una hora aproximadamente hasta un collado desde el que observar además el Valle de Peña Escrita y el de Valmayor, todo un lujo en este conjunto de Sierras Castellano Manchegas. 


Salimos de Fuencaliente hacia Puertollano y al poco nos aparece un carril asfaltado a nuestra derecha que indica las pinturas rupestres de Peña Escrita, llegaremos a una pequeña área recreativa y tomaremos el carril de la izquierda que recorre durante unos 7 kilómetros el Valle de la Cereceda. Pasaremos por el collado de los Gavilanes y luego llegaremos hasta el de Valmayor, ahí veremos un cartel indicativo con la fauna y flora de la zona, aparcaremos donde no estorbemos y aparecen tres carriles, uno hacia la izquierda, otro hacia el frente y el que tomaremos cerrado con una cadena a nuestra derecha. 



Llanearemos unos minutos hasta un pinar y nos desviamos antes de adentrarnos en el mismo hacia la izquierda, bordeando una valla.



Nos adentramos en el robledal y nos dirigiremos hacia la izquierda y arriba por medio de un pedregal en busca del carril que sube hacia Dornilleros.



Tan solo nos quedan un par de rectas un tanto empinadas que nos dejan sin resuello.



Para recuperar las pulsaciones nos paramos y admiramos Sierra Madrona frente a nosostros y el Valle de la Cerecea abajo, con las manchas de pino repoblado y la inmensidad del robledal sin hojas ya que estamos en pleno invierno.



El collado que se abre paso entre montañas de más de 1200 metros está cerca y sin salirnos del carril llegaremos al mismo, desde el se pueden ver peñas que sirven de refugio al rey de las alturas en esta zona, el buitre leonado. Son muchas las parejas que existen por esta zona y que se alimentan de la ingente cantidad de ciervos, jabalíes y otras especies cinegéticas que existen en estos inmensos cotos de caza que nos rodean. Si bien este camino es público y pertenece a los montes propios de Fuencaliente.




Las vistas son casi infinitas de la multitud de montañas y valles que conforman el espacio natural de Sierra Madrona-Valle de Alcudia. Incluso hasta el Valle de los Pedroches, Andujar y Cardeña se nos mostrarán.



Desde el collado veremos la altura máxima de Sierra Morena, el Bañuelas con algo más e 1300 metros.


El Valle de Peña Escrita también lo identificamos al otro lado del collado, y no debemos de dejar de asomarnos al Valle de Valmayor.



Las posibilidades de alargar la excursión son muchas pero la vuelta la haremos por el carril sin abandonarlo hasta que lleguemos abajo frente a la puerta de la Finca Valmayor, ahí nos dirigiremos hacia la izquieda retornando en un kilómetro aproximadamente hasta donde dejamos el coche.



lunes, 19 de diciembre de 2016

Circular por el Santuario de la Virgen de la Cabeza desde el Encinarejo

Una gran ruta, de casi 20 kilómetros de marcha en subida y bajada constante, es la que podemos hacer por el mismísimo corazón del Parque Natural de la Sierra de Andujar y es la que partiendo desde la misma presa del Encinarejo nos acercará hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza y bajaremos hasta el río Jándula por el primitivo recorrido que realizan miles de peregrinos desde Andujar.




Una vez vista la presa del Encinarejo y dejado el coche en un lugar que no moleste volveremos hasta encontrarnos con una cancela que delimita la entrada a una finca del estado, a su derecha hay una senda que sube y que tomaremos.


Pasaremos una cancela que cerramos a nuestro paso y nos adentraremos en pinares de repoblación que se plantaron para evitar que se colapsaran las zonas anexas al pantano.



Conforme vamos subiendo las vistas serán cada vez más amplias, pero nada mas comenzar veremos el poblado que se creó al lado de la presa de Encinarejo para los trabajadores que se emplearon en su construcción.


Si vamos en primavera tendremos la oportunidad de encontrarnos con distintas especies de narcisos durante el trayecto.



El camino de la Lancha lo veremos frente a nosotros, otro lugar mítico en estas serranías donde se dan cita cientos de buscadores del felino más amenazado del mundo: el lince ibérico.


La primera parada obligatoria es en el área recreativa "El Jabalí" a medio camino entre el Encinarejo y el Santuario, un lugar donde poder tomar fuerzas y refrescarnos en su fuente.




La cruzaremos y veremos las indicaciones hacia "El Cabezo" lugar coronado por el santuario de la Virgen de la Cabeza, seguiremos en constante subida por senderos y algún tramo de carril. Todo el camino se encuentra perfectamente señalizado por pinturas y balizas de madera.



Otra vez continuamos por este magnífico ejemplo de monte mediterráneo donde con alguna suerte veremos el vuelo del águila imperial, e incluso pasaremos cerca de algún que otro nido que esta escasa rapaz tiene a los pies del santuario y que a pocos metros   pasan miles de personas sin percatarse de la joya animal que los observa desde su posadero.


Ya a poca distancia del poblado entraremos en un carril que nos conduce hasta la misma base del santuario, este es el recorrido que realizan las carretas que vienen desde Andujar cuando se celebra la romería el último fin de semana del mes de abril.



Podemos llegar hasta el mismo santuario y admirar los paisajes que se observan desde el mismo, merece la pena. Y el que sea creyente estará pisando un lugar al que acuden cientos de miles de peregrinos.


Ahora deberemos de buscar el camino que nos lleva a la bajada que nos acerca hasta Lugar Nuevo, para ello seguiremos las señales que indican el camino de los peregrinos hasta Andujar. Se encuentra cerca del cuartel de la Guardia Civil.


Desde ese carril tendremos otras perspectivas del cerro del cabezo y a unos dos kilómetros nos saldrá una nueva indicación a nuestra izquierda que nos manda hacia el mirador del peregrino, las vistas sobre el Valle del Jándula son apoteósicas.




Sin duda no debemos de mirar solo hacia el cielo en busca del águila imperial, en el suelo observaremos deposiciones del lince ibérico sin lugar a duda, sobre todo en esta bajada hasta lugar nuevo. y es que estamos en el corazón de la mayor reserva mundial del lince ibérico.



En constante bajada por un sendero perfectamente señalizado llegaremos hasta lugar nuevo.




Justo antes del puente que cruza el Jándula y que nos llevaría de regreso hasta Andujar, debemos de tomar el carril hacia nuestra izquierda para acercarnos hasta el área recreativa la recta, que se encuentra justo en la carretera de acceso hasta el santuario.


Este tramo son unos 4 kilómetros y es el único por el que el paso está restringido y deberemos pedir permiso para transitar por el. O bien arriesgarnos a pasar y cuando nos pare algún guarda decir que "no sabíamos nada". Eso si comentar que el permiso nos lo dan sin ninguna pega.




Otra parada podemos hacerla en dicha área recreativa con posibilidades de ver el martín pescador y la nutria en las aguas del mismo.


Saldremos a la carretera y doblaremos a nuestra derecha en busca del puente que cruza el Jándula, y justo antes volver a torcer al carril que sale a nuestra izquierda y se adentra hacia el Encinarejo.




Pasaremos por la pista desde la que se divisa el Barranco de San Martin, otra buena atalaya para la observación de linces.

Tan solo nos queda bajar hasta donde tenemos aparcado el coche y habremos realizado una exigente y excepcional ruta que nos ha hecho conocer una buena parte de este maravilloso parque natural. La mejor época es la primavera, aunque otoño e invierno también son provechosas sobre todo si evitamos lluvias recientes. El verano no es recomendable por las altas temperaturas.

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