lunes, 31 de agosto de 2015

Ruta Circular por la Reserva de Caza de Solana del Pino

En el camino que va desde Fuencaliente hasta Solana del Pino, y poco antes de llegar a este pueblo, existe una zona de "montes comunales" dependientes del Ayuntamiento y que están enmarcados con la figura administrativa de "reserva de caza". Un lugar donde todavía se puede acceder a pie y que tiene caminos públicos que merecen ser recorridos ya que a parte de ser un sitio donde los lugareños (y otros no tanto) se dedican a la caza de ciervos, jabalíes, etc, también representa un amplio trozo de Sierra Morena con gran variedad paisajista y natural.


En el pequeño puerto que hay y desde el que se divisa Solana del Pino hay una zona donde dejar el coche y comenzar a caminar por el carril que sube hacia la sierra. Un poco más adelante, a unos 200 metros, nos toparemos con una barrera que impide el paso de vehículos.


Es habitual que en dicha zona se estén realizando trabajos de corta de pinos, que son abundantísimos, y suele haber trasiego de maquinaria pesada, camiones, etc.


También es habitual el que se nos crucen animales, sobre todo si vamos en silencio, ya que las poblaciones de ungulados y jabalíes son admirables. Este nos sorprendió en plena bajada y casi nos atropella.


La primera parte del recorrido que vamos a hacer discurre por el carril que recorre gran parte de estos montes.


Una abubilla se dejó "afotar" justo al lado de una lata que no pinta nada en este lugar pero que los "bichos de dos patas" y sin ninguna conciencia ecológica, suelen ir dejando tiradas por el monte.


Tendremos ocasión de contemplar unas vistas fantásticas de las distintas cadenas de montañas que recorren de este a oeste toda esta zona y que están incluidas en el espacio natural de Sierra Morena Oriental. Sierra Quintana, la Sierra de Valdoro, Sierra Madrona, Sierra Sur de Alcudia, etc la podremos observar desde las distintas atalayas que nos ofrece este recorrido.



Continuaremos por el carril durante unos 6 kilómetros, antes pasaremos una casa forestal, y en una curva a la izquierda nos aparece un pequeño carril que baja bruscamente por un cortafuego y sube igual de precipitado que ha bajado.



La subida se agarra pero con tranquilidad llegaremos a un pequeño collado con excelentes vistas de todo el valle que recorre el carril que viene desde Fuencaliente.


Subiremos esa pronunciada cuesta y llegaremos a otro cortafuegos muy ancho y que tomaremos a la derecha.


Desde ahí arriba veremos la Hoz de Valdoro, una hendidura que comunica esta zona con el Valle de Alcudia y por la que el río Montoro transcurre de forma encajonada.


Este es un buen lugar para degustar la vianda que llevemos preparada, ya que las vistas son espléndidas. A partir de ahí debemos de seguir ese cortafuego que comienza una frenética bajada y en la que debemos de tener cuidado sobre todo en época de lluvias con los resbalones.



Los narcisos son frecuentes el poder visionarlos en el recorrido y hay que tener cuidado para no pisarlos, ni los de dos ni los de cuatro patas.


Una vez que termina la bajada tomaremos otro cortafuego que va paralelo al carril que une Fuencaliente con Solana del Pino hacia nuestra derecha. 


Comenzaremos una subida por dicho carril hasta llegar al lugar donde dejamos el coche estacionado. Ahí se acaba este recorrido circular de aproximadamente unas tres horas de duración y que tras varias subidas y bajadas nos mostrará una parte importante de esta reserva de caza. Hay que tener cuidado de evitar las temporadas de caza y las zonas donde estén talando pinos, con ello evitaremos problemas.


viernes, 28 de agosto de 2015

Castillo de Santa Eufemia. Guardián de Flash al Ballut.

Perteneciente a la Cora de Flash al Ballut ("Llano de las Bellotas") que era como los árabes conocían al Valle de los Pedroches, y en zona fronteriza con Castilla la Mancha y Extremadura, se encuentra el castillo de Santa Eufemia. Una impresionante atalaya que domina amplias extensiones de terreno despoblado que eran lugar donde se cometían fechorías por parte de asaltantes que campaban a sus anchas. Hasta que Sancho IV cede los terrenos para que se reconstruya el castillo y se controle a esos "golfines" (así se conocían a los ladrones) y se de protección a esta importante vía de comunicación entre Andalucía y Castilla.


Una de la rutas más bonitas que existen en todo este enorme Valle de las Bellotas es la que nos acerca a este castillo desde la localidad de Santa Eufemia. Para ello tenemos dos opciones, una la más larga es la de dejar el coche en la localidad y tomar la calle Castillo por un carril que nos llevará hasta la base de la fortaleza. Otra acercarnos con el coche por ese carril hasta que encontremos el desvío a nuestra derecha, ahí dejarlo y hacer el último tramo que es el más empinado. Existe una tercera opción que es una ruta circular que nosotros no supimos hacer por falta de información y señalización (una pena).




Como referencia tomaremos una casa construida en el camino hacia el castillo que es muy llamativa y original, en sus cercanías podemos dejar el coche y a partir de ahí hacer la subida hasta la fortaleza.


Desde el comienzo las vistas son excelentes de gran parte del Valle de los Pedroches y ahí abajo el pequeño pueblo de Santa Eufemia.




La pista es ancha y comoda de subir, aunque debemos estar atentos a los ciclistas que en algún momento pueden aparecer cuesta abajo y a una velocidad más que imprudente.


Poco a poco, y en aproximadamente unos 45 minutos nos acercaremos a la base del castillo, justo donde aparecerá un monolito de granito (como no) y tendremos a nuestra derecha una zona de antenas que verdaderamente afean el entorno.




Es un buen lugar para inmortalizar nuestra presencia en este histórico lugar, si vamos en invierno no hay que olvidar que el viento frío sopla con fuerza en este lugar que sirve de atalaya de dos valles inmensos como son el de los Pedroches y el de Alcudia.


A partir de ahí el camino se convierte en sendero y nos acercará en pocos minutos hasta las ruinas que quedan de esta fortaleza que fue mandada destruir por los Reyes Católicos como castigo a la continua expansión que los Mejía Carrillo intentaron hacer.


Hoy día se conservan algunos restos de muralla, la torre homenaje, el aljibe, y verdaderamente es una pena que este espacio no esté dotado de señalización,  paneles informativos, rutas por sus alrededores, en definitiva aprovecharlo como motor de enganche para un turismo rural y ecológico que puede ser un complemento más a esta zona recóndita pero con un potencial tremendo.








miércoles, 26 de agosto de 2015

Cardeña en Septiembre, una Gran Oportunidad de Salir al Campo

Las "calores" van remitiendo por nuestras sierras de Cardeña y en septiembre se presentan buenas oportunidades para disfrutar del monte mediterráneo que nos rodea, son muchas y variadas las actividades que se pueden llevar a cabo durante el final del verano y el comienzo del otoño y los amigos de Lynxaia nos ofrecen un variado repertorio de propuestas para salir al campo.


Los ciervos comienzan a sentir la llamada de la naturaleza para que perpetúen la especie y se desencadena como la polvora el fenómeno de la berrea, donde los bramidos y coques de cuernas pueden ser presenciado a poco que prestemos algo de atención y vallamos a lugares adecuados para ello.


Así mismo la variedad botánica que proporcionan nuestros bosques nos sirve de excusa para hacer rutas donde descubrir las distintas plantas medicinales y comestibles que historicamente se han usado en la zona. Así como aprender a fabricar aceites, alcoholes y tinturas medicinales.


El cerdo ibérico y su crianza a base de bellotas es un lujo que proporciona una ingente cantidad de productos que nuestro paladar agradece.


Mariposas, libélulas, aves, rapaces nocturnas, Montoro y su patrimonio histórico, huellas, identificación de murcielagos, salidas nocturnas, etc complementan una agenda que se adapta a todos los públicos y que proporcionan una gran oportunidad de conocer más a fondo este espacio natural único en el Sur de Europa.





lunes, 24 de agosto de 2015

Berrocales de Sierra Morena

Sierra Morena constituye una de las formaciones geológicas más antiguas de la Península Ibérica y sus más de 500 millones de años dan prueba de ello. Esa abultada edad conforma muchos de los paisajes que dominan estas serranías y es que tanto años y tanta exposición a la erosión han moldeado estos montes dándoles formas alomadas que en pocas ocasiones superan los mil metros de altura.


Los berrocales son una formación muy características de la zona y están conformados por bloques de granitos que afloran a la superficie y que son moldeados por procesos químicos y mecánicos. El agua de lluvia penetra a través de sus grietas y provoca erosión convirtiendo la piedra en arena fina.


También el viento produce alveolización, así mismo el agua corre y deja expuesta otras zonas de la piedra que siguen erosionándose y llegando finalmente a tener formas curiosas y únicas como son los bolos (piedras redondeadas).


La vegetación que rodean estos berrocales son principalmente pequeñas encinas, madroños, acebuches y coscojas, que tendrán un porte menor en las partes más altas (debido a los pocos nutrientes que tienen esa zona), mientras que en las partes bajas la profundidad del suelo es mayor y más rica en nutrientes al estar las piedras mucho más alteradas por esos procesos mecánicos y químicos.


jueves, 20 de agosto de 2015

Las Dificultades Diarias de un Águila Imperial

Ver a la Reina de las aves de Sierra Morena es cada vez más fácil ya que observamos como aumentan su población de una manera exponencial todos los años. Lo que ya resulta un tanto más complicado es observarlas posadas y si a ello le añadimos el que estén dando cuenta de una de sus presas favoritas, el conejo, ya la cosa no es tan sencilla. Aunque a decir verdad tan solo consiste en ser un poco pacientes, insistentes, buscar una zona querenciosa con bastantes presas y a esperar. Eso si, un día otro día y así hasta que tenemos la fortuna de ver como una pareja de imperiales se devoran un conejo encima de una encina.


El vídeo está realizado con la técnica del "digiscoping" y a gran distancia, por lo que las molestias han sido cero. Y en el mismo se observa como a la dificultad de encontrar presas se une también la de que esta se queda enganchada en una horquilla de la encina y vemos como tiran con desdén para soltarla. Además cuando han conseguido liberar el trozo de conejo que le quedaba y echa a volar se encuentra con la persecución de un aguilucho lagunero. Esto viene a corroborar una vez más las tremendas dificultades que existen en el medio natural para que se reproduzcan y vivan en libertad estas grandes aves.


Aquí os dejamos el vídeo de estos momentos tan intensos que tuvimos la suerte de vivir recientemente.


lunes, 17 de agosto de 2015

De Baños de la Encina al Camino de la Lancha

Una zona poco frecuentada y que encierra una gran riqueza natural, paisajistica e histórica es la localidad jienense de Baños de la Encina y sobre todo sus alrededores. A medio camino entre el núcleo potente de la Sierra de Andujar y el parque natural de Despeñaperros tiene rincones y caminos que nos muestran lo más granado del monte mediterraneo y también abundantes zonas de olivares.


Un camino público une esta localidad con la zona de la Lancha en Andujar y a bien que merece la pena adentrarse por esa zona y admirar paisajes sin igual y la posibilidad de ver toda la fauna que convive en el parque natural de la Sierra de Andujar.


Para hacer este recorrido debemos de acercarnos en primer lugar por una estrecha carretera hasta el embalse del Rumblar, son unos kilómetros los que separan la presa del pueblo.


La primera y obligada parada es en la presa del embalse, zona querenciosa para águilas imperiales y también para la esquiva cigüeña negra, que mantiene en la zona algún que otro nido, que hay que cuidar como oro en polvo.


A partir de la presa, que cruzaremos, la carretera se convierte en pista y sube unos pequeños repechos. No es mala idea el parar en una de esas curvas que dan hacia la presa y pararnos a mirar con los prismáticos las orillas del pantano donde no es raro observar ciervos, jabalíes, nutria, cigüeñas....


El estado de la pista dependerá de las lluvias y es aconsejable solo si vamos en coche todoterreno, ya que podemos encontrarnos con lugares que ocasionarían problemas a cualquier turismo convencional.


Luego entramos en una zona de dehesas y sembrados donde los dueños son las ganaderías de toros bravos y estaremos especialmente atentos al cielo ya que las grandes rapaces son habituales que sobrevuelen estos cazaderos de perdices y conejos.



En todo el camino no hay que atravesar propiedades privadas, el carril es totalmente público, eso sí tendremos vallas a ambos lados que delimitan grandes fincas cinegéticas, ganaderas y de cultivos que además servirán para poder ver muchas pequeñas y no tanto aves posadas en ellas y que desde la ventanilla del coche podremos "afotar".


Poco a poco nos adentraremos en territorios calientes del rey del parque natural de Andujar, y esos son los berrocales rodeados de encinas donde el lince tienen un lugar ideal donde poder reproducirse y conseguir el milagro de salvar una especie que no hace mucho estaba condenada a la desaparición.


Restos de cortijos derruidos son habituales y es que estas sierras no hace muchos años estaban pobladas por muchas familias que vivían de los que la tierra les daba. Una vida dificil pero que era muy beneficiosa para la conservación del original monte mediterráneo.


El águila imperial se nos muestra sobre nuestras cabezas de forma habitual y es que aquí también anidan varias parejas ya que tienen buenos cazaderos y lugares donde poder situar sus nidos sin ser molestadas en exceso.


También observaremos manchas de alcornoques con árboles bien viejos y que cada 9 años dan buenas corchas que "sacan" expertos "corcheros".


Hay buenos miradores en todo el recorrido y debemos de hacer paradas para disfrutar no solo de las vistas, sino de las enormes posibilidades de ver cualquier ave en cualquier época del año. Logicamente en primavera es cuando se produce una gran explosión natural, pero todas las estaciones tienen su encanto, incluso el tórrido verano sobre todo al amanecer.



Muchas de las fincas por las que pasaremos están incluidas en los proyectos de recuperación del lince ibérico y así lo podemos ver en distintos letreros que nos lo anuncian. Por ello es esencial que miremos despacio por los berrocales donde son querenciosos de estar cómoda y placidamente echados los gatos clavos.


Un recorrido de más de 30 kilómetros que después tiene continuidad con el de La Lancha y que nos enseña uno de los tesoros mejor conservados en esta nuestra inmensa Sierra Morena. Territorios que son compartidos por cazadores, conservacionistas, naturalistas, aficionados, dueños de fincas, administración local, autonómica y estatal, ... en definitiva una amalgama de intereses que tienen que confluir en el interés de todos: seguir pudiendo disfrutar todos de todo.






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