Soto proviene del latín saltus, bosque o selva y se utiliza para nombrar a las riberas de los ríos que presentan árboles y arbustos.
En Sierra Morena y Sierra Madrona aunque no hay grandes ríos si que tenemos buenos y frondosos bosques de riberas. Ejemplos claros de ello son los ríos Yeguas, Montoro, Guadalmez, Cereceda, Jándula...
El Jandula antes de entrar en Andalucía.
El río montoro antes de la hoz en la que se encaja.
El río montoro en terrenos más abiertos.
Aquí justo en la hoz.
La vegetación está formada por fresnos, chopos, alisos, olmos, como árboles principales que con sus grandes raíces aguantan las orillas. Y gran número de plantas acuáticas, cañaverales, que viven en los lechos de los ríos y que disminuyen la velocidad del agua y evitan la erosión.
El aliso es el árbol que más rendimiento provoca a nuestros suelos y de hecho se utiliza para la fertilización de estos. Crecen asomados al agua e incluso sostienen suelos casi verticalmente asomados a los ríos.
El yeguas
Los tarajes también forman parte de sus orillas y forman bosques densos que sus hojas dejan pasar bien la luz . Son muy habituales en suelos empobrecidos.
El río cereceda y su bosque galería, digno de pasear y ver en cualquier época del año.
La vegetación de ribera no solo ayuda a mantener nuestros ríos sino que además es fuente de alimentación y cobijo para una innumerable fauna.
El río Guadalmez, que hace de frontera natural entre Castilla la Mancha y Andalucía
Además sirven de lugar de expansión para "alimalitos de dos patas" y por ello debemos de respetar estos ecosistemas como si viviésemos en ellos.
